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jueves, 30 de marzo de 2017

Los siete pecados capitales de la selección: problemas y posibles soluciones

El principal escollo para encaminarse a Rusia 2018 será ganar sin Messi, que sólo podrá jugar la última fecha, en la altura de Quito, frente a Ecuador; el resto dependerá de las decisiones de la nueva AFA y del entendimiento con un DT desgastado

Por Cristian Grosso y Andrés Eliceche



La decepción patentada en la cara del Kun Agüero.

Lionel Messi, Edgardo Bauza , Claudio Tapia , Paulo Dybala, Jorge Sampaoli y Marcelo Tinelli son sólo alguno de los nombres que marcarán el agitado futuro de la selección.

La Argentina, envuelta en una inquietante inestabilidad, necesita resolver varios desafíos para intentar despejar la ruta hacia Rusia 2018.

Dosis adecuadas de sensatez, una aguda autocrítica, madurez dirigencial y egos controlados, reclama el momento. Obstáculos distinguibles que invitan a soñar con posibles soluciones.

1 | Ganar sin Lionel Messi


Los números están ahí, con esa malicia que siembra pavor: sin Messi, la selección no ha logrado rescatar ni el 30% de los puntos en juego en la ruta eliminatoria. Si no consigue revertir esa tendencia, nada le alcanzará para clasificarse al Mundial de Rusia. En el camino, primero con Martino y ahora con Bauza, la Argentina apenas le ganó a Colombia, en Barranquilla, sin su capitán. Alma, líder y patrón, cuando Messi regrese en la última fecha, ante Ecuador, en Quito, puede ser demasiado tarde.

Calificación del desafío: complejo


Solución: Extremar los canales de negociación para reducir la sanción. Las tres fechas pendientes lo marginarán de los cruces con Uruguay, Venezuela y Perú. Agotada la instancia, como Messi es irremplazable en el campo, definir un plan colectivo para disimular su ausencia. Martino lo logró varias veces.

2 | Definir una identidad

La selección deambula entre sus miedos. Bauza no consiguió, aun, inyectarle un estilo reconocible. El equipo confunde protagonismo con pelotazos y, a la vez, se defiende con malos retrocesos. No define en qué lugar de la cancha prefiere jugar los partido ni si le interesa la posesión de la pelota. Tanta confusión lo transformó en un equipo inclasificable. Pero lejos de volverse indescifrable para los rivales, es frágil. Le convierten con frecuencia y ha extraviado los caminos al gol, hasta devaluar a sus cotizados delanteros.


Calificación del desafío: complejo

Solución: Bauza debe dejar de traicionarse y de una vez creer en sus convicciones, aunque sean discutibles, pero suyas al fin. Ya no puede acudir a libretos prestados. Bajo fuego, el general debe elegir los soldados que respondan a su estrategia. Fracasar con un plan ajeno sería imperdonable.

3 | Afirmar la figura del entrenador

Demasiadas operaciones mediáticas y varios cuestionamientos auténticos atraviesan a un DT que tampoco se protege. Ni con las producciones de su equipo ni con ciertas exposiciones burlonas y desafiantes. Se marchó el Comité de Regularización que lo eligió y las nuevas autoridades de la AFA lo tienen en observación. Esa fragilidad llega al grupo de jugadores, que también lo mantiene bajo estudio desde que desembarcó hace siete meses. Vive rodeado por miradas desconfiadas.

Calificación del desafío: complejo

Solución: El tema exige una rápida definición de "Chiqui" Tapia y la nueva conducción. Si estiman que es necesario dar un golpe de timón y elegir a Sampaoli, deben realizarlo ya. Las demoras alentarán más rumores y Bauza seguirá desdibujándose si lo usan como rehén de luchas de poder. Pero cuidado: aunque falten cinco meses para el próximo partido por las eliminatorias, los cambios intempestivos no garantizan nada. Respaldar un contrato sería una señal de seriedad en el comienzo de una nueva era.

4 | Regenerar el vínculo dirigentes/jugadores

Como en todo comienzo, las primeras decisiones son las que marcarán la línea vectora de la nueva AFA, si ese término cabe. Antes de extinguirse, el Comité de Regularización designó a Marcelo Tinelli como cabeza de las selecciones nacionales. Dar marcha atrás sería desafiar de entrada al grupo por una simple razón: el animador llegó allí con el evidente respaldo de los futbolistas, que confían en él. No suena aconsejable, en este momento crítico, abrir tantos frentes a la vez.

Calificación del desafío: imposible

Solución: el acuerdo político al que se llegó está atado con hilos débiles, tanto que hace apenas un mes el núcleo Tapia-Angelici y el tándem Tinelli-D'Onofrio estuvieron a punto de llevar el enfrentamiento a la justicia. ¿Por qué creer que las supuestas ondas de amor y paz tienen bases firmes, si antes de que asumiera Tapia ya circulaban dardos de un lado al otro?

5 | Revertir el déficit como visitante

El equipo obtuvo apenas ocho puntos en las eliminatorias jugando fuera de casa, sobre 21 disputados. Las únicas dos victorias, además, prescribieron: ocurrieron en la etapa de Martino, ante Colombia en Barranquilla y Chile en Santiago. Encima, el calendario ofrece dos últimos viajes de alto riesgo; hay que ir a Montevideo a jugar contra un Uruguay necesitado y, quizás, a jugarse la clasificación a la altura de Quito.

Calificación del desafío: complejo

Solución: Pensar qué será de la selección el 31 de agosto, fecha del próximo partido, es un ejercicio fantasioso. Bauza, o quien ocupe su lugar, tendrá que reactivar resortes futbolísticos que ya no responden para cambiar la dinámica actual: derrota-derrota-empate-empate se lee en el resultado de las últimas visitas.

6 | Hacerle lugar a Dybala

Es la gran aparición del fútbol argentino de los últimos años. El cartel de promesa quedó atrás: su nivel en Juventus lo puso en la mira de Real Madrid y Barcelona. En una selección que demanda una energía que rompa, su nombre es el más apropiado para generar un golpe de efecto. Y ya no es un nene: tiene 24 años y cinco temporadas en Europa.

Calificación del desafío: fácil

Solución: Bauza iba a ponerlo de titular contra Chile, pero una lesión le impidió jugar al cordobés. Tiene desequilibrio en el uno contra uno, creció tácticamente y en los pocos minutos que compartieron la cancha demostró ser un socio adecuado para Messi. Ya integrado al grupo, no asoma complicado dar un paso más y darle una responsabilidad excitante: reemplazar al 10.

7 | Inyectarle rebeldía a un plantel golpeado

Nadie puede reprocharles pertenencia a estos jugadores. Pasajeros frecuentes de la selección desde hace una década, ni las tres finales perdidas les quitó el orgullo de vestir la camiseta y el deseo de revancha. Pero están quebrados, sufren cada partido. Los atrapó una sensación de aturdimiento y algunos ya lo reconocen en público. Cargan con reiteradas frustraciones y el ánimo azotado no les ofrece respuestas para escapar de ese laberinto.

Calificación del desafío: imposible

Solución: La personalidad fuerte y la rebeldía no se inyectan como una vacuna. No hay soluciones mágicas. Desamparados, además, por la ausencia de su líder futbolístico, quizá convenga liberar de tensiones y responsabilidades a algunos jugadores que no se mueven con la misma libertad que en sus clubes.



Fuente Cancha Llena

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