Holan dijo que Erviti es un técnico adentro de la cancha y
eso quedó en evidencia en el amistoso.
Los gritos retumban en las gradas vacías de un Libertadores
de América que es toda una caja de resonancia. Erviti, Campaña y Holan son
quienes ejercitan las cuerdas vocales en pleno campo de juego. "Cambiásela
a Nico Taglia", alza la voz el 10 cuando Blanco toma la pelota en la mitad
de la cancha y decide encarar. El volante le hace caso, cambia de frente con
precisión, el lateral izquierdo la baja, mete un desborde y genera peligro.
"¡Entregá el pase vertical, vertical, verticaaal!", le pide a Figal
cuando éste intenta lateralizar. El defensor acata la orden y logra agilizar la
salida desde el fondo. "Vayan por afuera", les reclama a Martínez y a
Tagliafico y, al rato, los asiste con envíos largos desde el círculo central.
"Erviti es un técnico adentro de la cancha", había asegurado Holan. Y
Walter le dio la razón al entrenador en el campo. El volante ofensivo ve lo que
otros no ven. Y les abre los ojos a sus compañeros con cada indicación.
El DT no se quedó atrás en el concurso de gritos.
"Metele ritmo, no quiero pases boludos", le exigió a Figal.
"Movete Martín, dame movilidad", le dijo a Benítez, quien estaba
estancado en el área. "¡Simple!", le gritó varias veces a Cuesta
cuando intentó salir jugando a pesar de estar presionado por el rival.
"Domi, anticipá que estás muy atrás", corrigió a Blanco. "Dásela
a Walter así nos da verticalidad", fue el pedido que más repitió y que
tuvo múltiples destinatarios.
Holan tuvo línea directa con Erviti durante todo el amistoso
para que le ordene al equipo. "Decile a Emi (Rigoni) que se cierre cuando
suba Dami (Martínez). Sobre la raya lo perdemos, preciso que vaya al medio para
que le puedas meter pases en profundidad", le marcó al ex Banfield. El
Rojo todavía está en construcción y encontró en el 10 a un buen maestro mayor
de obras.
Fuente Olé
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