Por Víctor Folini
Morosidad o falta de pago de las cuotas sociales, problemas
de las instituciones para conseguir sponsors, sueldos atrasados a los planteles
y hasta el golpe al bolsillo de los empleados jornaleros para los días de
partido.
La FIFA es la multinacional más grande del mundo”, se jactan
en la famosa sede de Zürich. Verdadero o falso, está claro que el fútbol es una
de las actividades que más dinero mueve, multiplicador además de actividades
económicas y generador de miles de empleos. “Es una industria sin chimeneas”, solía
decir en sus tertulias el recordado Julio Humberto Grondona. No es difícil
imaginar entonces las consecuencias de que esa fábrica sin ruido a metales ni
humo contaminante esté paralizada: clubes sin los ingresos económicos
habituales para su funcionamiento diario, empleados en relación de dependencia
con problemas para cobrar sus sueldos (incluidos futbolistas y técnicos) y
también trabajadores que se quedan sin poder llevar el manguito a casa para
parar la olla ya que viven de algunas de las actividades laterales de la
actividad.
Al no haber fútbol oficial, son muchos los clubes
(especialmente los chicos o que no tienen tantas actividades sociales) que
sufren el cimbronazo de la caída o morosidad en el pago de la cuota social. Les
pasa también a los grandes, aunque sin llegar a impactarlos tan violentamente:
“Por suerte desde que Racing está haciendo grandes campañas, el 73 por ciento
de los socios están adheridos al pago de la cuota por débito automático y por
eso no lo sentimos tanto”, contó a DIARIO POPULAR Alfredo Chiodini, vicepresidente
de la Academia. Aunque advirtió: “Pero que no haya fútbol es un perjuicio muy
grande para todos, para los clubes y para la gente”. Además Chiodini remarcó:
“Pero ojo que no es solo la cuota social, también afecta el tema de los
sponsors. Si no sabemos cuándo vuelve el fútbol es muy difícil vender la
publicidad”.
No pueden parar la olla
Cuando la pelota rueda son muchos los empleados de la
denominada Rama por Reunión del gremio Utedyc que trabajan en las canchas. Se
los conoce como “jornaleros”, que trabajan en los dos partidos de local
promedio por mes en cada club y cobran 1.510 pesos por cada jornada. En todo el
país hay unos cinco mil (3.700 sindicalizados y otros más de mil que no lo
están) trabajadores del rubro que lógicamente ahora no pueden conseguir
ingresos por esta vía. “Esperamos que el fútbol vuelva cuanto antes, para
tranquilidad de todas sus familias”, contó a este Diario Walter Otero,
secretario adjunto de a cargo de Rama por Reunión de Utedyc, que además
advirtió que algunos clubes (Argentinos Juniors, por ejemplo) les deben a
trabajadores del gremio algunas jornadas del año pasado. “Si no tienen ingresos
hasta se les puede caer la obra social”, explicó Otero.
Alberto Meyer, el presidente del Deportivo Morón que milita
en la B Metropolitana, se esperanza con una pronta vuelta del fútbol porque es
cada vez más complicada la situación económica. “Tenemos muchos empleados a los
que pagarles y muchos chicos para contener. Y los servicios, por ejemplo, han
aumentado un 180 por ciento”, explicó el máximo dirigente del Gallito, quien
reconoció que todavía no le pudieron abonar al plantel de fútbol el último mes
del año pasado. “Nos está costando, pero en estos días vamos a pagar el mes de
diciembre”, contó. Y agregó: “Nos vamos arreglando con el aporte de gente amiga
y por suerte los socios, aunque hay atrasos en las cuotas sociales, tratan de
cumplir, están haciendo un esfuerzo y nos acompañan, también entusiasmados
porque el equipo está primero en el torneo”.
Meyer contó que el club decidió no aumentar la cuota social,
aunque hubiera sido necesario para compensar el incremento de los gastos para
el mantenimiento de la institución.
Con el campeonato parado los ingresos no solo se caen porque
muchos socios dejan de pagar la cuota, sino porque también cuesta conseguir el
aporte de sponsors. “Al no haber fútbol y ni siquiera saber cuándo empezará el
torneo, se hace muy difícil negociar con alguna marca para que publicite en
nuestro estadio”, graficó. Para el presidente de Morón, cuando vuelva a rodar
la pelota será imprescindible hacer un sinceramiento económico con todos los
estamentos del fútbol. “Hoy la mayoría de los clubes están fundidos, pero hay
representantes ricos y jugadores que cobran más de lo que se les puede pagar”,
cerró.
Fuente Diario Popular

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.