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viernes, 2 de diciembre de 2016

Las pifias del Mariscal




Si bien la mayor responsabilidad del mal momento de Independiente cayó sobre los jugadores, Milito cometió errores que contribuyeron a esta realidad. ¿En qué falló?

"No salimos jugando ni una vez, no presionamos, perdimos todos los duelos individuales. Evidentemente, algo estaré haciendo mal". La autocrítica de Gabriel Milito ante la prensa resultó ser un muy buen ejercicio pero, si bien es cierto que la máxima responsabilidad después de la goleada ante Racing recaló sobre los futbolistas por sus bajos rendimientos, el DT también contribuyó a este mal momento con malas decisiones. Puertas adentro, en Independiente reconocen que hay errores del entrenador que resultan inocultables, tanto para los hinchas como para el propio cuerpo técnico. ¿En qué falló?

Puso el lavarropas en el living: Cambió de puesto a varios jugadores en busca de dar un golpe de efecto que nunca encontró. Algunos, por decisión propia: Rigoni jugó de volante por derecha, pero después lo movió por izquierda o como extremo y nunca funcionó. Otros, por culpa del jugador: ni Martínez ni Toledo estuvieron a la altura para ocupar el lateral y Milito debió improvisar con Figal.

Sin repetir y sin soplar: Testeó a 15 equipos diferentes en 16 partidos jugadores: nunca repitió formación y los cambios de nombres por nombres fueron demasiados. Además, 23 futbolistas fueron titulares en, al menos, una ocasión. Tantas modificaciones deterioran la confianza.

Incorporó, sí. ¿Pero reforzó?: Quizás, el gran error de todo Independiente: se fueron muchos, llegaron pocos. Pero más allá de la ecuación de la cantidad, al Rojo le faltó calidad. Proporcionalmente, la mayor responsabilidad de este punto se la lleva la comisión directiva. En el último mercado se sumaron Juan Sánchez Miño (por explícito pedido del entrenador), Damián Martínez y  Maximiliano Meza. El único aprobado es el ex Gimnasia, quien llegó tras la lesión de Leandro Fernández. El resto, flojo. "El mercado fue malo", había avisado el Mariscal a días del comienzo del campeonato. Y tenía razón...

Demasiados cambios estragétigos: Probó cuatro esquemas diferentes. Del 4-3-3 que nació como el sistema predilecto, pasó por el 3-5-2, 4-2-3-1 y 4-3-1-2. Así, la idea madre que probó durante toda la pretemporada se desdibujó.

Fuente Ole

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