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jueves, 21 de julio de 2016

El laboratorio de Gaby



Independiente pasó la parte más exigente de la pretemporada y Milito comienza a profundizar en los conceptos sobre su equipo. Olé analiza las ideas más importantes del Rojo en el amistoso ante Camioneros.

                       
Gabriel Milito le habla a los titulares en el amistoso de este miércoles ante Camioneros (Olé).

Por Isaias Blaiotta

El Rojo va tomando color. Cinco rivales, diez partidos, diez victorias. Todas ante rivales inferiores, pero aún así analizables. Y el amistoso de este miércoles ante Camioneros en el Libertadores de América no fue la excepción: Milito lo observó en cuclillas y pegado al campo de juego. Dio indicaciones, hizo gestos y hasta invadió el campo de juego después del segundo gol de Independiente para marcarle un detalle a OrtIz. "Tiene conceptos profundos y claros que de a poco vamos entendiendo", explican los jugadores. ¿Cuáles son? ¿Qué está trabajando el nuevo DT? Olé analiza algunos de los ítems que, con algunos gritos, buscó corregir el entrenador.

"¡Volvé! ¡Llegá acá! ¡Pasá la pelota y ayudá!"

Leandro Fernández lo debió soportar durante un rato largo. En el plan de Milito, todos deben aportar para la recuperación. Y en especial los extremos: tanto el ex Godoy Cruz como Emiliano Rigoni van y vienen. Y van. Y vienen. Es una zona en la cual no abunda el recambio: a excepción de Benítez, a quien lo utilizó como interior, no cuenta con jugadores que lleven esta función en los genes, sino que debe adaptarlos. Y cuesta...

"Ojo ahí. Si se queda uno, vos metete entre los dos"

A Milito le gusta que su equipo sea protagonista, pero no a cualquier precio. El pedido de Gaby tuvo como referencia a Diego Rodríguez Berrini: el volante central actuó como goma de auxilio de los centrales, quienes en más de una ocasión jugaron al mano a mano con los delanteros rivales. Y el Torito, en lugar a ubicarse como líbero para cruzar cualquier pelotazo frontal, se posicionaba por delante de ambos para interceptar y anticipar pases. El mediocampo, partido al medio: un 5 fijo y dos interiores con más despliegue que marca. En el amistoso, los dos internos (Ortíz y Benítez) más los extremos (Fernández y Rigoni) formaron una linea de presión alta por detrás de Denis, el encargado de molestar la salida limpia de los centrales, que obligó a Camioneros al pelotazo. Allí, la firmeza de los centrales para devovler envíos aéreos y el trabajo de pulpo de Rodríguez para capturar segundas jugadas le dio sus frutos. Será una constante.

 "Ahora cerrate, Martín. Si no, lo bloqueás"

Guardiola acostumbraba a dividir la cancha en callejones verticales. Explicaba que el objetivo de su equipo era autogenerarse superioridad numérica en las zonas determinantes de la cancha, y a su vez entendía que existe cierta predisposición natural del equipo que defiende a contraerse, por lo que insistió constantemente para que los laterales lleguen a posición de ataque para, junto con los extremos de ese sector, generar el desequilibrio. Para eso, Milito les pidió a los interiores (Ortiz y Benítez) que deshabiten los costados para dispersar marcas y posibilitar que tanto Martínez como Tagliafico escalaran posiciones para lastimar.

Esto le otorga un frente de ataque ancho y con variantes. Cuando por un costado rompe un lateral, por el otro se ubica un extremo y los internos pisan el área para acompañar a Denis. Sencillo desde la teoría, no tanto en la práctica. Pero Independiente, por momentos, lo supo plasmar en la cancha: los tres goles llegaron por desbordes y centros para definir a la carrera. Bien.
 

"Primero precisión, después velocidad"

Independiente se encuentra en plena pretemporada, y si bien Milito apuesta a hacer rodar la pelota, las piernas aún pesan. Asimilar un sistema no es cuestión de jugar un par de amistosos y ya. Por eso el DT sabe que llegará su tiempo: luego de un pase fallido en el mediocampo, Gaby apuntó con las palmas de su mano hacia el piso y las agitó.

"Pensá"

Milito se llevó los dedos índices a la sien y exaltó los ojos de su cara. El reto se lo comió Nicolás Figal. El defensor buscó saltear lineas para asistir a Denis, quien debió exigirse contra los centrales rivales a 40 metros del arco rival y de espaldas. Antes que revolearla, media vuelta y a comenzar otra vez con el arquero que, de hecho, se mostró seguro con los pies.

"Bien, muchachos"

Los 40 minutos de fútbol lo dejaron satisfecho. Pocos, es cierto, pero intensos. El esquema ante rivales de menor calibre funciona sin grietas. El sábado con Aldosivi será el primer partido ante un rival que, por igualdad de categorías, querrá plantarle frente.


Fuente Olé

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