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domingo, 31 de julio de 2016

Barrios: “En la pensión del Rojo pasé frío y hambre”



 
Rafael Barrios, recién llegado a Defensa y Justicia, recuerda sus primeros pasos por Independiente: “A veces comíamos poco porque no alcanzaba para todos”.

Para la gran mayoría, el fútbol es ese espectáculo de fin de semana que apasiona y entretiene, y muchas veces lo contemplamos así, como un producto hecho y derecho. 

Pero la verdad es que detrás de la pelotita que rueda hay muchísimo más. Hay historias de vida, alegrías y tristezas. 

El caso de Rafael Barrios, de 23 años, será como el de miles de chicos que, a una edad muy temprana, dejan a sus familias en el Interior del país y se mudan a la gran ciudad para llevar a cabo su sueño. Y no es fácil. Para nada. Ocho años estuvo Rafael en Independiente, y pasó más malas que buenas. Desde extrañar a su familia y pensar en abandonar todo y volverse, hasta pasar hambre en una pensión para chicos que, antes que nada, debería ser un hogar y no un juntadero de futuros posibles jugadores de Primera, donde ni siquiera había frazadas para mitigar ese frío que carcomía los huesos. Hace casi un mes llegó a Defensa y Justicia y hoy habló con Olé.

Aquí su historia de vida.

- ¿Cómo fue que llegaste a Independiente?

- Por unas pruebas que hicieron en Corrientes, donde buscaban chicos. Ahí me vieron y me trajeron cuando tenía 15 años. En esa época jugaba de 5, en el club Robinson, y cuando llegué acá me instalé en la pensión del club.

- ¿Cómo recordás aquella época?

- El primer año jugué muy poco y extrañaba un montón. Igual, cuando me vine para acá sabía que venía a hacer lo que más me gustaba, y que no iba a ser fácil. Cuando entrenaba me despejaba y estaba bien, pero cuando no jugaba y no estaba bien, extrañaba mucho. Gracias a Dios me acoplé rápido a mis compañeros, y la terminábamos pasando bastante bien. Pero las cosas en la pensión no estaban bien... pasábamos frío y hambre. Hoy, comparado a como estaba antes, parece un hotel cinco estrellas. Nadie se quedaba cuidando a la noche, hacía mucho frío, no había frazadas, nada. Y con el tema de la comida también había problemas. A veces comíamos poco porque no alcanzaba para todos.

- ¿La dirigencia daba alguna respuesta?

- No. Las cosas venían mal desde la gestión de Julio Comparada (NdeR: presidió el Rojo entre 2005 y 2011), y siguió con la de Javier Cantero, quien sucedió a Comparada y estuvo hasta 2014. Los dirigentes iban cada seis meses y no aportaban nada que hiciera la diferencia. Sólo iban cuando las cosas estaban un poquito mejor, en las malas no aparecían.

- ¿Hablaban con alguien sobre la situación?

- No, nosotros directamente no nos metíamos. Los que supuestamente reclamaban eran los encargados de la pensión.

- ¿Cómo recordás tu debut en Primera, allá por junio del 2013?

- La verdad es que no fue un debut muy lindo porque no me salieron bien las cosas y encima perdimos. Fue en Copa Argentina contra Arsenal, con Miguel Brindisi como DT. Para colmo ése fue el año del descenso y me quedé con el gusto amargo. En esa época debutaron muchos pibes que hoy ya dejaron el club, y que fueron los que pusieron el pecho en esa mala situación. Después, cuando volví a jugar (debutó en el torneo local con Almirón), ésa sí que fue una alegría enorme porque lo pude hacer bien y encima estaba mi familia viéndome en la tribuna. Fue muy especial por todo lo que venía viviendo: no tenía contrato, a veces no teníamos para comer, y tantas otras cosas. Muchas veces la gente no ve o no sabe lo que hay detrás del jugador. Para llegar a Primera hay que pasar por muchas cosas.

- Mirando para atrás, ¿volverías a elegir el mismo camino, en el que tanto sufriste?

- Obvio. Gracias a eso aprendí mucho. Cuando a uno le empieza a ir bien todo se valora mucho más que cuando las cosas vienen rápido y sin esfuerzo.

- ¿Cómo tomaste la chance de llegar a Defensa?

- Muy bien. Por la edad que tengo necesito jugar y creo que en Independiente no iba a tener tantas oportunidades como capaz puedo tener acá. Me sumó el hecho de ver que a los chicos de Boca o River que vinieron el torneo pasado les fue muy bien, por la manera de jugar que hay. Al Rojo le tengo mucho cariño, pero creo que venir a Defensa fue una buena decisión. Hay muchos jugadores a los que le fue mal en algún club y cuando cambian de equipo renuevan la confianza y les empiezan a salir bien las cosas. Capaz que a mí me estaba haciendo falta ese cambio de aire.

-¿Hablaste con Holan?

- Sí. Lo que más me sorprendió fue la humildad de todos. Con respecto al DT, me pidió algo muy parecido a lo que me pedían Milito y Almirón: que disfrutara del fútbol y que tuviera confianza en mí mismo, que las cosas luego llegarán solas.

-¿Tu experiencia con Milito en Reserva?

- Me enseñó muchísimo, es un muy buen técnico. Tiene algo especial y le sabe llegar al jugador, sin dudas eso es lo mejor que tiene. Es muy bueno explicando los conceptos que pretende inculcar. Su pasión, su forma de hablar y de hacer las cosas que tiene, te transmiten seguridad.


Fuente Olé

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