La dirigencia se reunió con el representante del Ruso
Rodríguez para empezar a trabajar en conjunto y buscarle una salida por su mala
relación con los hinchas.
Al arquero no lo salvó ni su gol a Vélez y la gente lo silbó
en los últimos tres partidos que el Rojo jugó de local.
Por Favio Verona
"Irme a Europa no es algo que me desespera en este
momento, pero mañana no sé qué puede llegar a pasar porque es normal que uno a
veces cambie de opinión”.
Las palabras de Diego Rodríguez despertaron más
incertidumbre que certezas. Una incógnita se abre cada vez que intenta
pronosticar qué será de su futuro. Lo cierto es que, si surge alguna oferta, no
continuará en Avellaneda.
La aciaga noche del 22 de octubre marcó un quiebre en la
carrera del Ruso. La gente no le perdona el penal que dilapidó y el gol que se
comió ante Independiente Santa Fe (0-1), ya que esos errores precipitaron la
eliminación del Rojo de la Sudamericana. El arquero todavía no logró soldar la
fractura expuesta en su relación con los hinchas. Los silbidos lo castigaron en
los últimos tres partidos que jugó en el Libertadores de América. Y si bien
intuyó que el penal que convirtió ante Vélez (1-0) iba a ser el primer paso
para consumar la reconciliación, la gente arremetió contra él en el clásico
ante Racing. La historia parece conducir hacia un desenlace inexorable. Muchos
hinchas bajaron el martillo y no quieren concederle el indulto. Así se advirtió
en los últimos partidos y en las redes sociales.
“Precisamos muchos jugadores como el Ruso, hombres que no
les temen a las responsabilidades”, lo bañó en elogios Mauricio Pellegrino. En
sintonía con el técnico, sus compañeros siguieron esa línea discursiva. Pero a
pesar de que nadie se atreve a manifestarlo en público, los dirigentes
consideran que la presencia de Rodríguez despierta el rechazo de los hinchas y
que eso puede ser perjudicial incluso para sus compañeros. Los directivos se
reunieron ayer al mediodía con el representante del arquero, Eduardo Manera. La
idea de ambas partes es comenzar a trabajar en conjunto para emprender la
búsqueda de pretendientes y generar una venta. El 5 de diciembre de 2014, el
Ruso extendió su vínculo con el club hasta diciembre de 2017. Su cláusula de
rescisión es de 3.000.000 de dólares y por el momento no recibió ofertas
concretas, aunque los dirigentes están dispuestos a dejarlo partir por una
cifra inferior. En ese contexto comenzó a sonar Fernando Monetti. Lanús pagó
1.500.000 dólares por el Mono y aún no empezaron las negociaciones. El arco del
Rojo ya no tiene dueño. Y no se sabe quién lo ocupará.
Fuente Olé
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