Cristian Rodríguez, afectado por una distensión, se
encuentra en duda para jugar ante Racing, pero confía en recuperarse a tiempo.
Por Fabián Rodríguez
Camina con dificultad. La distensión sufrida en el sóleo de
la pierna izquierda lo obliga a renquear, mientras camina hacia su camioneta.
La seriedad del rostro de Cristian Rodríguez lejos se encuentra de su alegría y
sonrisa habitual que demuestra luego de cada entrenamiento en Villa Domínico.
Una reacción que marca la incertidumbre que lo envuelve, ¿podrá jugar ante
Racing o al menos estar en el banco de suplentes? “El doctor me dijo que es
difícil, pero tengo una mínima chance de llegar. Vamos a hacer todo lo posible
para tratar de jugar”, describió ayer el mediocampista uruguayo, que acumula
cuatro lesiones musculares desde que llegó al club.
Este semestre fue traumático para la gran apuesta de la
directiva del Rojo. Cebolla representó el salto de jerarquía que el plantel
necesitaba en busca de conseguir la clasificación a la Copa Libertadores. Sin
embargo, apenas pudo estar presente en 12 de los 25 partidos que disputó
Independiente entre torneo local, Copa Argentina y Sudamericana. Al referirse a
su estado físico, el 10 detalló el periplo vivido: “En la mayoría no tendría
que haber llegado a jugar, pero lo hice con lo justo. Por ahí con un
antibiótico o una inyección se aliviaba el dolor, pero siempre tuve la
desgracia de estar al límite con lesiones mínimas. Antes del clásico tuve una
semana complicada, pero uno siempre quiere estar en esta clase de partidos.
Hasta que a los 25 ó 30 minutos sentí una molestia grande y sabía que no iba a
poder rendir”.
En 2015 vistió cuatro camisetas (Atlético, Parma, Gremio y
el Diablo) y siempre lo acompañó la racha adversa de lesiones. Al ser
consultado por las razones, Cebolla apuntó hacia la ausencia de una base
física: “Quizá por no hacer una pretemporada y al jugar al límite uno no se
recuperó totalmente y aparecen otras. Espero prepararme bien y que no vuelva a
suceder”. Luego, respondió acerca de las protestas de la gente: “A todos nos
gustan que hablen bien de uno y hay que aguantar cuando lo hacen mal. Al que
está molesto porque piensa que no rendí un 100% o no soy ídolo en cinco meses,
que me disculpe. Hago todo lo posible para que Independiente gane, le vaya bien
a mis compañeros y para que yo no tenga lesiones”.
El Rojo irá al Cilindro con una desventaja de dos goles y,
probablemente, sin Mancuello y Cebolla en la formación titular. El panorama no
es alentador, aunque Rodríguez mostró su genética charrúa al aferrarse a la
garra colectiva para revertir la serie: “No nos fuimos conformes. Creemos en la
rebeldía. Nos pegaron dos cachetazos, pero no nos mataron. Hay que salir a
presionar y a atacar de forma constante. Fue un resultado que nadie lo
esperaba, creo que no fue justo, pero eso quedó en el pasado”.
Fuente Olé
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