Luis Segura intentó convocar primero a una lista única en
busca del consenso, pero luego el tinellismo desechó la propuesta, analizó el
escenario de traiciones y pidió por una nueva elección
Por Fernando Czyz
El papelón histórico de las elecciones en la AFA derivó en
una rápida conferencia de prensa con Luis Segura y Marcelo Tinelli, sentados en
una tumultuosa conferencia de prensa donde retomaron una idea de unidad para
tratar de encauzar el futuro del fútbol argentino.
Una nueva página negra ya se había escrito en la AFA en ese
mismo estadio de futsal donde el 1º de agosto del año pasado se había velado a
Julio Grondona con un clima plomizo, gris y de lluvia como la de anoche. La
tragicómica historia determinó que dos candidatos, 75 asambleistas, dos cuartos
oscuros y una urna no pudieran determinar un sucesor para darle el puntapié
inicial a la era post-Grondona.
Tras la fallida elección, Tinelli, escoltado por su amigo y
compañero en San Lorenzo, Matías Lammens, y Segura, acompañado por su escudero
Claudio Chiqui Tapia, prometían una reunión para buscar un consenso que le
permitiera a la AFA salir de este callejón sin salida en el que había entrado
minutos antes.
Sin embargo, una vez finalizada la conferencia de prensa y
con la partida de cada uno de los dirigentes a una cena con 'su espacio', todo
cambió. Con la vieja escuela del 'Todo pasa' aquel fantasma de unidad y
consenso que flotó por el predio de Ezeiza le dio lugar rápidamente a la 'caza
de brujas' de un lado y del otro.
Tinelli se reencontró con su mesa chica en un hotel cercano
al predio y recibió una fuerte respuesta de sus referentes más cercanos.
"No hay unidad posible. Representamos dos proyectos absolutamente
diferentes para la AFA. Yo sigo queriendo un cambio", fue la frase de
Lammens para desechar cualquier tipo de alianza posible.
"¿De qué nuevo candidato nos hablan? Nosotros tenemos
uno solo y lo elegimos entre todos. ¡Vamos Marcelo Tinelli, más huevos que
nunca!", fue la arenga de Eduardo Spinosa.
"Hubo ocho traidores y ya sabemos quiénes son. Esos que
miraron a los ojos a Marcelo y le dijeron que lo votaban y en el cuarto oscuro
hicieron otra cosa", fue otra de las frases amenazantes de otro referente
tinellista en el búnker del conductor televisivo.
De esta manera, y apenas unas horas después de haber bregado
por la unidad, el cónclave de esta mañana quedaba en la nada y la incertidumbre
de futuro crecía a pasos agigantados, como así también la posibilidad de un
tercero conciliador como Armando Pérez, titular de Belgrano de Córdoba.
La última imagen del día fue Tinelli en la casa del
presidente de Excursionistas, Angel Lozano, que sufrió pintadas intimidatorias
en la puerta de su casa.
¿Y del otro lado? Los seguristas optaron por una estrategia
de un perfil público más bajo a pedido de su referente. Sólo se encargaron de
remarcar que la lista opositora había rechazado el voto a mano alzada o un
sistema electrónico para agilizar y modernizar esta elección.
"¿Ahora se quejan? Estuvieron toda la campaña sembrando
dudas por la transparencia de la elección. Son los grandes culpables de este
papelón", dispararon desde el corazón del segurismo.
La línea más dura le marcó al actual presidente que no hay
que demostrar debilidades y le recriminó sus palabras conciliadoras al
finalizar la Asamblea. "Si quieren otra elección, hay que dársela porque
ahí seguro que ganamos", se envalentonaron en la mesa chica del
oficialismo.
"¿Dónde están los diez o quince votos de diferencia que
decían tener? Esta noche quedó demostrado que podemos ganar", esgrimían en
tono desafiante.
"Se pueden revertir cuatro o cinco votos que nos
prometieron el apoyo e hicieron otra cosa a la hora de elegir la boleta. Vamos
a trabajar para fidelizar la tropa", fue la última frase del espacio de
Segura, antes de abandonar el predio de Ezeiza, donde esta facción se sintió
local.
La incertidumbre deja en el horizonte que habrá una nueva
elección con estos dos candidatos. ¿Cuándo? Es la fecha que deberán determinar
casi sin verse a las caras, porque la grieta impedirá incluso esa famosa
reunión que ambos dirigentes anunciaron para esta mañana.
Lo cierto es que antes de fin de año habrá presidente de AFA
y que serán 75 asambleistas los encargados de elegirlo. ¿Estos mismos? En su
mayoría sí porque el mandato de estos dirigentes se extiende por un año y, sólo
podrán ser reemplazados por los suplentes.
Una noche de un papelón que será difícil de olvidar para el
fútbol argentino y que condicionará al próximo presidente en su gestión, ya que
en su génesis habrá tenido esta mancha que ridiculizó al fútbol argentino ante
los ojos del mundo.
Fuente Cancha Llena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.