Por Mauro Erbiti
Diego Rodríguez tuvo sus dos caras en la caída en San Juan
ante Estudiantes por Copa Argentina. Con muy buenas intervenciones, pero también
con compromiso en los dos goles del Pincha.
Hasta el tanto de Cerutti, el Ruso era de lo mejor. Había
tapado dos remates y un mano a mano ante Correa. Sin embargo, da la sensación
de que podría haber hecho algo más en ambos goles del rival. En el primero,
salió rápido y quedó a mitad de camino. Y en el segundo, quedó descolocado
luego del rebote en el travesaño -y, además, la defensa no volvió-. Noche con
mal sabor para el uno del Rojo.
Fuente Infierno Rojo
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