Por Mauro Cunto
Independiente jugaba un muy buen partido contra Vélez.
Controlaba, atacaba y lastimaba. y hasta llegó a la apertura del marcador, algo
que verdaderamente cuesta. Parecía un triunfo tranquilo, la visita a duras
penas generaba peligro y los de Ariel Holan jugaban en tal zona de confort que
ni necesitó aprovechar las situaciones que tuvo para aumentar la ventaja. Y
lamentablemente, de manera insólita, otra vez se escapó.
Era un partido, si se quiere, fácil. Vélez no tenía nada, y
Independiente estaba más que tranquilo. Era sin dudas uno de los partidos más
ganables en lo que va del año, era difícil pensar que se podía escapar. Y sin
embargo, las malas decisiones hicieron que se pierdan dos puntos. Maldito sea
ese concepto europeo de ‘salir jugando’ en todas sí o sí, incluso cuando hay
riesgo de entregar mal y perder la pelota en situaciones vulnerables. Parece
que ni con errores los jugadores pueden quitarse ese mal.
Y luego del empate, reflotaron todos los síntomas del
pasado: incertidumbre, desconcierto generalizado, cansancio, fatiga, hasta mala
suerte. Independiente se enredó y no pudo meterle el segundo gol a un Vélez
que, con nada, se empezó a animar y casi que forzando errores del Rojo se
podría haber llevado un premio gigante a Liniers. Fue un partido a la inversa,
opuesto a lo que había sucedido contra San Martín: se arrancó muy bien, y se
fue desdibujando hacia el final.
Que Independiente cambió, no hay dudas. El equipo contagia,
eso está a simple vista. Que merece ganar, no se pone en tela de juicio tampoco.
Y tampoco se niega que de un semestre a otro cambió la apatía por ambición, el
de Holan no es un equipo que aburra, no es un equipo que merodee en la mitad de
la cancha y abuse de los pases atrás. Y hay que aferrarse a eso.
Pero el martes Independiente tiene una parada clave, otra
vez ante sus hinchas. Viene mereciendo ganar, y eso está bien. Pero en algún
momento habrá que dejar de hablar de merecimientos y empezar a hablar de
triunfos reales. Porque la copa es otra cosa, es ganar o quedar afuera. Y la
gente de Independiente quiere ganar, además de merecer. Así que, a ganar.
Fuente Infierno Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.