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martes, 22 de noviembre de 2016

¿Qué te pasa, Rojo?



El ciclo de Milito empezó con varias frustraciones y la derrota ante San Lorenzo hizo estallar a los hinchas. A continuación, diez motivos que explican la crisis.

 ¿Qué te pasa, Rojo?

Por Favio Verona

Afuera de la Copa Argentina en el primer partido. Eliminado de la Sudamericana. A diez puntos del líder en apenas diez partidos del torneo. A Independiente siempre lo expulsan en la manga antes de pisar el césped. Si nos remitimos a los resultados, ningún guionista podría haberse imaginado un arranque peor para el ciclo de Milito. Y una pregunta emerge: ¿por qué? Son múltiples los factores que condujeron al equipo hacia este presente.

El armado del plantel.
Las características de jugadores como Benítez, Rigoni y Vera son ideales para salir de contra, no para el juego de posesión .

La falta de variantes para atacar.
Salvo cuando la pelota pasa por los pies de Barco, el desborde y los centros son la única receta para generar peligro. El equipo es monótono y muy previsible.

Los cambios permanentes que deterioran la confianza.
El técnico utilizó 23 futbolistas en los 15 partidos que lleva su ciclo y probó 14 equipos distintos. No le dio continuidad a una formación y las constantes variantes contagian inseguridad.

La subordinación al rival.
Milito arma el equipo y cambia sus estrategias en función del adversario. Los jugadores reconocieron que en algunos partidos apostaron al contraataque y en otros a la tenencia. El DT ya usó tres sistemas: 4-3-3, 3-5-2 y 4-2-3-1. No está mal el pragmatismo, pero con tantas modificaciones está el riesgo de que la idea se desdibuje.

La utilización de jugadores fuera de sus puestos naturales.
Rigoni, Benítez, Barco, Cebolla Rodríguez, Tagliafico, y Meza pueden dar cuenta de ello. No se sintieron cómodos encerrados en roles ajenos porque el exceso de responsabilidades tácticas a veces los limita.

La ausencia de caudillos.
No hay líderes que tengan la titularidad garantizada ni un importante respaldo popular que les sirva como plataforma para ejercer con autoridad dicho liderazgo. El Rojo no cuenta con símbolos con personalidad irrebatible, de esos que imponen presencia.

El arrastre de fracasos y sus consecuencias anímicas.
Son varios los que cargan sobre sus espaldas el peso de muchas decepciones. Los futbolistas admitieron que la ansiedad por querer demostrarle a la gente los bloquea a la hora de definir.

La escasez de delanteros de área.
Había superpoblación con Lucero, Albertengo, Fernández, Denis y Vera. Hoy no hay variantes: sólo están disponibles los dos últimos. Y Viruta se siente mejor por afuera.

La falta de un cinco de juego en buen nivel.
Aun con sus vaivenes, Méndez aportaba un buen primer pase. Torito Rodríguez no es un iniciador de jugadas y Ortiz está en su peor momento en el club.

Las lesiones de piezas importantes.
Golpearon las bajas de Fernández, Meza, Cebolla (ya recuperado) y Albertengo.

Algunas señales para creer

No todas son pálidas. Si bien Independiente lleva tres partidos sin ganar, el equipo levantó un poco en cuanto a su funcionamiento. Y hay algunos motivos que invitan a creer que es posible cambiar la realidad de cara al clásico del domingo ante Racing. Para lograrlo, el Rojo deberá profundizar los síntomas que delatan una leve mejora.

Campaña está cada día más consolidado.
Arquero de equipo grande y de partidos importantes. Siempre transmite seguridad y llega al derby en un gran momento.

Barco.
Milito tuvo el gran acierto de rescatarlo de la Sexta cuando Newell’s estaba a punto de llevárselo. La inconsciencia propia de su edad le juega a favor porque parece no sentir la presión. Desequilibrante, aporta gambeta corta, toca con criterio y crea asociaciones. San Lorenzo no lo pudo parar.

El equipo está generando más situaciones.
Al Rojo le está faltando contundencia, pero en los últimos encuentros, ante Gimnasia (0-0), Central (0-0) y San Lorenzo (1-2) llegó mucho.

Denis se sacó la mufa.
Venía de una mala racha, pero pudo convertir su primer gol oficial en el semestre ante San Lorenzo y eso suma para su confianza.

Reaparecerá Cuesta.
El central es clave en la defensa ya que tiene buen juego aéreo, capacidad para anticipar y salir desde el fondo con pelota dominada. No jugó ante el Ciclón ya que estaba suspendido, pero regresará contra Racing. Así, Figal volvería al lateral derecho y no deberá jugar con pierna cambiada, como le pasó el último domingo.


Fuente Olé

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