El ciclo de Milito empezó con varias frustraciones y la
derrota ante San Lorenzo hizo estallar a los hinchas. A continuación, diez
motivos que explican la crisis.
¿Qué te pasa, Rojo?
Por Favio Verona
Afuera de la Copa Argentina en el primer partido. Eliminado
de la Sudamericana. A diez puntos del líder en apenas diez partidos del torneo.
A Independiente siempre lo expulsan en la manga antes de pisar el césped. Si
nos remitimos a los resultados, ningún guionista podría haberse imaginado un
arranque peor para el ciclo de Milito. Y una pregunta emerge: ¿por qué? Son múltiples
los factores que condujeron al equipo hacia este presente.
El armado del plantel.
Las características de jugadores como Benítez, Rigoni y Vera
son ideales para salir de contra, no para el juego de posesión .
La falta de variantes para atacar.
Salvo cuando la pelota pasa por los pies de Barco, el
desborde y los centros son la única receta para generar peligro. El equipo es
monótono y muy previsible.
Los cambios permanentes que deterioran la confianza.
El técnico utilizó 23 futbolistas en los 15 partidos que
lleva su ciclo y probó 14 equipos distintos. No le dio continuidad a una
formación y las constantes variantes contagian inseguridad.
La subordinación al rival.
Milito arma el equipo y cambia sus estrategias en función
del adversario. Los jugadores reconocieron que en algunos partidos apostaron al
contraataque y en otros a la tenencia. El DT ya usó tres sistemas: 4-3-3, 3-5-2
y 4-2-3-1. No está mal el pragmatismo, pero con tantas modificaciones está el
riesgo de que la idea se desdibuje.
La utilización de jugadores fuera de sus puestos naturales.
Rigoni, Benítez, Barco, Cebolla Rodríguez, Tagliafico, y
Meza pueden dar cuenta de ello. No se sintieron cómodos encerrados en roles
ajenos porque el exceso de responsabilidades tácticas a veces los limita.
La ausencia de caudillos.
No hay líderes que tengan la titularidad garantizada ni un
importante respaldo popular que les sirva como plataforma para ejercer con
autoridad dicho liderazgo. El Rojo no cuenta con símbolos con personalidad
irrebatible, de esos que imponen presencia.
El arrastre de fracasos y sus consecuencias anímicas.
Son varios los que cargan sobre sus espaldas el peso de
muchas decepciones. Los futbolistas admitieron que la ansiedad por querer
demostrarle a la gente los bloquea a la hora de definir.
La escasez de delanteros de área.
Había superpoblación con Lucero, Albertengo, Fernández,
Denis y Vera. Hoy no hay variantes: sólo están disponibles los dos últimos. Y
Viruta se siente mejor por afuera.
La falta de un cinco de juego en buen nivel.
Aun con sus vaivenes, Méndez aportaba un buen primer pase.
Torito Rodríguez no es un iniciador de jugadas y Ortiz está en su peor momento
en el club.
Las lesiones de piezas importantes.
Golpearon las bajas de Fernández, Meza, Cebolla (ya recuperado)
y Albertengo.
Algunas señales para creer
No todas son pálidas. Si bien Independiente lleva tres
partidos sin ganar, el equipo levantó un poco en cuanto a su funcionamiento. Y
hay algunos motivos que invitan a creer que es posible cambiar la realidad de
cara al clásico del domingo ante Racing. Para lograrlo, el Rojo deberá
profundizar los síntomas que delatan una leve mejora.
Campaña está cada día más consolidado.
Arquero de equipo grande y de partidos importantes. Siempre
transmite seguridad y llega al derby en un gran momento.
Barco.
Milito tuvo el gran acierto de rescatarlo de la Sexta cuando
Newell’s estaba a punto de llevárselo. La inconsciencia propia de su edad le
juega a favor porque parece no sentir la presión. Desequilibrante, aporta
gambeta corta, toca con criterio y crea asociaciones. San Lorenzo no lo pudo
parar.
El equipo está generando más situaciones.
Al Rojo le está faltando contundencia, pero en los últimos
encuentros, ante Gimnasia (0-0), Central (0-0) y San Lorenzo (1-2) llegó mucho.
Denis se sacó la mufa.
Venía de una mala racha, pero pudo convertir su primer gol
oficial en el semestre ante San Lorenzo y eso suma para su confianza.
Reaparecerá Cuesta.
El central es clave en la defensa ya que tiene buen juego
aéreo, capacidad para anticipar y salir desde el fondo con pelota dominada. No
jugó ante el Ciclón ya que estaba suspendido, pero regresará contra Racing.
Así, Figal volvería al lateral derecho y no deberá jugar con pierna cambiada,
como le pasó el último domingo.
Fuente Olé
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