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miércoles, 30 de noviembre de 2016

La misión de Milito es revivir a jugadores cuestionados por todos



Las secuelas por la goleada sufrida en el clásico de Avellaneda también se reflejaron en pintadas anónimas.

Por Nahuel Lanzillotta

 Clima pesado. Hubo mensajes anónimos que aparecieron cerca de Villa Domínico

"Quiero un equipo valiente". Ese fue el deseo que salió desde lo más profundo del ser de Gabriel Milito cuando aceptó ser el nuevo técnico de Independiente, el club por el que palpita su corazón, en mayo.

Unos meses más tarde, la valentía no es justamente una de las virtudes de su Rojo y más lejos quedó de serlo aún después de la goleada por 3 a 0 sufrida en el clásico con Racing elDomingo.

Sin embargo, el Mariscal decidió quedarse para afrontar un reto mucho más complejo: devolverle el alma a un plantel sin reacción futbolística ni anímica, partido en su personalidad y apuntado por todos.

Y el tiempo apremia, el domingo ante River en el Libertadores de América tendrá ya el primer examen para testear la respuesta inmediata de sus dirigidos. El panorama es preocupante, pero el joven entrenador sigue porque confía en recuperar mental y deportivamente a los futbolistas, quienes quedaron en el centro de los cuestionamientos por la manera de la derrota ante Racing. 

Si el descontento de los hinchas era grande tras la eliminación de la Copa Sudamericana, ahora el malestar se potenció. Las pintadas anónimas (¿la barra?) que aparecieron ayer en las paredes externas del predio de Villa Domínico fueron las primeras demostraciones de hostilidad. "Jugadores sin huevos" y "Renuncien a su sueldo", fueron los mensajes acusadores. También hubo una dedicatoria al presidente Hugo Moyano, aunque fue tapada rápidamente. 

El clima viene siendo espeso en Avellaneda cuando Independiente juega de local. Silbidos y reproches contra la mayoría de los futbolistas bajan desde los cuatro costados y se presume que el escenario será similar o incluso más notorio este domingo a las 20. "Estos jugadores ya se comieron a dos técnicos y van por el tercero", es una frase instalada con liviandad en el microclima del Diablo. Sin embargo, desde el ciclo de Jorge Almirón, pasando por Mauricio Pellegrino hasta el presente, los referentes del vestuario fueron cambiando: ya no están Rolfi Montenegro, Pocho Insúa, Ruso Rodríguez ni Federico Mancuello. Ahora están el capitán Hernán Pellerano, Víctor Cuesta, Germán Denis. Y de los nombres que se repiten ninguno es portador de un peso significativo.

Desde la dirigencia, que apoya fuertemente a Milito, también apuntan contra algunos jugadores por "falta de actitud" y amenazan con una depuración, tal como blanqueó Pablo Moyano (hijo de Hugo y vocal del club). Por lo bajo, los directivos juran que por ahora no hablaron con el DT de los prescindibles y aclaran que le darán libertad de acción en el armado del grupo.

El técnico eligió seguir callado y hablará recién mañana. 

Sus dirigidos tampoco abrieron la boca después del entrenamiento matutino. Todavía cuesta asimilar el golpe. 

Pero el tiempo corre y saben que necesitan revivir urgente, el domingo. Contra todo, contra todos.


Fuente Clarín

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