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miércoles, 16 de noviembre de 2016

El genio, a veces, puede contra todo - Por Diego Latorre



Por Diego Latorre

Decía César Menotti en estos días que el genio "necesita un escenario". Y tiene razón. Pero a veces, de repente, y con un mínimo aporte de los demás, el genio se ilumina y lo resuelve todo.

Lionel Messi fue el dueño del partido, del resultado y de las acciones más relevantes. 

Su magia, su imaginación, su capacidad para desequilibrar y los múltiples atributos que lo sitúan, sin duda, como el mejor jugador del planeta, simplificaron en un rato todos los conflictos futbolísticos y emocionales de la selección argentina. Contra esta inexpresiva y tibia Colombia, el genio jugó uno de esos partidos en los que da la sensación de que puede contra todo y contra todos. Y a partir de su actuación, el equipo recibió una inyección de alivio. En estas circunstancias, una ventaja rápida te quita la frustración, te abre la mente, te da claridad para jugar, elimina el peso insoportable de la ansiedad. Entonces, por un lado se recupera el optimismo; y por el otro, desaparecen la confusión y la anarquía.

Pero resulta indispensable aclarar que lo ocurrido anoche no va a pasar siempre. La genialidad no es permanente, y tiene que estar apoyada por un equipo que la permita. La iluminación de Messi en San Juan, y las concesiones que dio el rival, sirvieron para superar la tensión agobiante con la que Argentina llegó al partido, pero tampoco podemos engañarnos. Hubo muy pocos argumentos más allá del 10. Los goles no valieron para mejorar los circuitos de juego, y casi la única idea fue darle la pelota a Messi para que él resolviera.

Es cierto que Pratto estuvo bien y que a medida que fue avanzando el partido, cuando el equipo necesitó un desahogo arriba, se hizo importante. También Mascherano completó un encuentro correcto metido entre los centrales y favorecido por la apatía colombiana. Pero muy poco más.

De acá en más habrá que seguir pensando cómo hacer para que la pelota le llegue a Messi en los últimos metros de la cancha, cómo encontrar afinidades y un juego que sostenga el conjunto cuando el gol no aparezca tan rápido. En definitiva, esas cosas que brindan estabilidad y regularidad a los equipos.

Mientras tanto, celebremos el 3-0 que quita un enorme peso de encima. Y sobre todo, sigamos deleitándonos con el genio.


Fuente Cancha Llena

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