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martes, 31 de marzo de 2015

Kazuki Date y Masatou Chiba: Hay dos japoneses sueltos en Avellaneda.




Foto: Maximiliano Luna

Por Jonathan Raed

 

Tienen 17 años, los dos juegan en la sexta de Independiente, se conocieron como rivales y ahora son inseparables.

 

De gran experiencia - Calificaron Kazuki Date y Masatou Chiba la que están realizando en las inferiores de Independiente.



Kazuki Date y Masatou Chiba nacieron hace 17 años en Kanagawa, la segunda ciudad más poblada de Japón, después de Tokio; es conocida por su capital Yokohama y está rodeada por el imponente monte Fuji, la bahía de Sagami y la propia capital japonesa. Pero no se conocieron ahí, sino en España. Kazuki llegó al país ibérico a los 14 años y estuvo dos temporadas y media en el club Europa, de la tercera división. Masatou cayó a los 12 y jugó durante cuatro años en tres equipos: Cornella, Gramanet y Sabadell. Se conocieron como rivales y empezaron una relación de amistad que los llevó a vivir juntos. “Estamos parejos jugando en contra. Ganamos uno cada uno y empatamos en otro”, cuenta Chiba a El Gráfico Diario, después de un entrenamiento de la sexta de Independiente, donde juegan ambos.

Pasar del mundo oriental al occidental a tan corta edad y sin ningún familiar cerca en el cual apoyarse los hizo crecer más rápido. Además de sus padres, Masatou tiene un hermano más grande y Kazuki, una hermana mayor. Los ven cuando para el fútbol, cada seis meses. “Fuimos para allá en Navidad y a fin de año”, cuenta Kazuki sobre la última vez que viajaron a Kanagawa. “Al principio, me costó mucho porque no sabía hablar. Sólo sabía saludar. Hola. Pero ahora ya está. El idioma fue lo más difícil”, recuerda Masatou, que fue el primero en llegar a España y también Independiente, hace cuatro meses. Kazuki llegó hace dos.



–¿Fue difícil la adaptación a Argentina?

Masatou Chiba: –No fue tan difícil porque ya sabía el idioma, me podía comunicar. No fue como en España, que no sabía nada. Me sentí cómodo todo el tiempo.

Kazuki Date: –Me puso muy contento venir. Es un gran club, tan conocido en todo el mundo. Ahora, también estoy aprendiendo muchas cosas.

–Además del idioma, ¿qué es lo más complicado para adaptarse?

MC: –El tema del idioma es muy difícil. Hay que estudiar muchísimo. No tienen nada que ver. Pero lo que más me costó fue la comida. Extraño mucho la comida japonesa.

KD: –Y, como cultura, también es muy distinto Japón de España y de Argentina. Es todo distinto. Pero ya estamos acostumbrados.



Ambos chicos son muy amables, tranquilos y de pocas palabras. Si bien pueden comunicarse con normalidad, les cuesta aún el idioma. Llegaron por medio del proyecto de intercambio cultural Independiente Japan y Diego la Volpe –el hombre de Japón en Avellaneda– explicó: “El club los quiere. No pueden fichar hasta que cumplan 18 años, pero ya son parte de Independiente. (Jorge) Griffa está interesado en los dos e incluso van a ir al colegio del club. Ya están adentro. Pero los padres no están radicados acá y hasta que no sean mayores no pueden fichar.” Sobre I-Japan, resumió: “El mayor objetivo es el intercambio de entrenadores y de jugadores, grandes y de inferiores, y llevar la idiosincrasia del club a Japón.”

Como resultado de haber pasado la prueba, ambos pibes están pelados, producto del ritual al que todo pibe de inferiores es sometido. “Los demás chicos son muy simpáticos, muy buenos compañeros”, dice Kazuki con una sonrisa. Masatou apenas supera el metro setenta de altura, pero parece alto al lado de Kazuki. Ambos son derechos y habilidosos. El petiso recorre la banda derecha, “tanto de 4 como de 8”, mientras que Masatou es más firuletero: “Juego en la banda izquierda y también de enganche. Pero me gusta más la banda.”



–¿Es muy distinto el fútbol de acá?

MC: –Antes, tiraba más caños, más sombreros. Ahora, juego a dos toques porque hay mucho choque, roce, todo eso.

KD: –Cada país tiene su fútbol. Acá, es más físico, son muy fuertes; en España, es más táctico.

–¿Qué es lo que más les gustó del fútbol de acá, hasta ahora?

MC: –Las hinchadas son muy fanáticas. Me gustó mucho eso.

KD: –En la cancha había mucha gente. Todos gritando todo el tiempo y animando. Fue muy lindo. Espero que alguna vez griten mi nombre.



Cuando se les preguntó por el sueño que tienen en el fútbol, ambos coincidieron en la respuesta: “Jugar en la Primera de Independiente y en la selección de Japón.”



PEÑA DEL ROJO EN ORIENTE


Independiente Japan es, en los papeles, una peña del Rojo en el país oriental. Pero funciona como una sede. Yu Kawakubo es el presidente y Diego la Volpe es el secretario general. Ambos se conocen del mundo del kickboxing, en el cual participan de un intercambio cultural entre el país nipón y Sudamérica, a través de Ihara Dojo. Kawakubo tiene pasado como futbolista y se enamoró de Argentina cuando jugó en las inferiores de Estudiantes de La Plata. Conoce el paño y, por medio de Diego Lechu Rodríguez (hasta hace poco a cargo de Infantiles en el Rojo) se contactó con Independiente para proponer el proyecto. Fernando Moschetti (al mando de Infantiles), Abel Alves (coordinador general de Inferiores) y Jorge Griffa (director general de Inferiores) dieron el visto bueno para probar a los chicos y quedaron encantados con el nivel de ambos. Para Kawakubo –que habla perfecto castellano y hasta maneja jerga argentina– la llegada de Kazuki y de Masatou puede ser el inicio de un fuerte vínculo entre ambos países: “A los chicos los conocí por medio de amigos en España. Son muy buenos y tienen mucho para dar. Yo los voy a cuidar como si se tratara de mí mismo, porque me recuerdan mucho a mí cuando estuve en Estudiantes”, aseguró desde Japón, donde está para organizar el proyecto. “Estamos empezando a hacer pruebas, clínicas y la idea es entrenar jugadores para después llevar a Avellaneda lo mejor de Independiente Japan y ver al Rojo campeón del mundo otra vez, con el aporte japonés.”





Fuente El Gráfico

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