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miércoles, 5 de noviembre de 2014

YO DIGO: ¿ Nos olvidamos de razonar ? Algo para detenernos y reflexionar.



Ilustró rrrojo - Fuente de imágen web



¿ Hasta dónde nuestra capacidad de razonar se ha deteriorado?



¿ Por qué insistimos a menudo en intentar sostener nuestro error ? Aún a costa del ridículo



Cuando la evidencia de la realidad nos muestra que no es como nosotros decíamos.



Y es como decía el otro con el cual discutíamos.



Aunque no lo reconozcamos, apelamos a recursos para que teorías sobre confabulaciones, trenzas de vestuario y como digo siempre jocosamente “La Sinarquía Internacional” conspiren contra un resultado en un partido de fútbol.



Que desaparecen mostrando un vestuario feliz cuando un técnico tiene el OGT de que su jugador metió un gol Olímpico y más OGT si una cámara los muestra abrazados.



Mientras tanto, el técnico, busca la nota con el que de tiros libres le abre los partidos. Y de OGT se “voltea la teoría conspirativa de un vestuario acaudillado por el pateador de tiros libres”



 Repito: ¿ Por qué insistimos a menudo en intentar sostener nuestro error ? Aún a costa del ridículo.

¿PORQUE NO SABER DECIR...? Me equivoqué.



Ante circunstancias inexistentes, invisibles, transparentes y volátiles.

Ante una realidad que les pega en la jeta. 

¿ Tanto cuesta comenzar a pensar, o seguir pensando en algunos casos ?

¿ Que quedó de teorías conspirativas contra Almirón de no hace mucho tiempo ?

Y del Rolfi cabecilla de la revolución que venía desde la sierra. 

Y no me digas que no se UTILIZÓ esto.





Voy a acudir una vez más a algo que oportunamente cité en un sitio del Rojo que supieron destruir los “Sin cerebro” prestigiosa agrupación de Semo Diablo.


Vos que SOS FAMILIA SABÉS


Disculpen si aburro



Y cito:



“En cierta ocasión se llevó a cabo el siguiente experimento de comportamiento. Se colocaron 6 monos en una jaula, en el centro de la cual se encontraba una escalera que permitía alcanzar un racimo de plátanos que colgaba del techo.

En cuanto uno de los monos intentaba alcanzar los plátanos, se les rociaba a todos con agua helada lo cual hacía que desistiera de su intento.

Este proceso se repitió tantas veces cómo intentos por alcanzar los plátanos realizaron los monos.

Finalmente, cuando alguno de los monos intentaba alcanzar los plátanos, eran sus propios compañeros los que le impedían acercarse a la escalera a base de golpes hasta que el mono desistía de su intento.



Llegados a este punto, se saca uno de los monos de la jaula y se introduce otro que evidentemente no había participado previamente en el experimento. Al poco de entrar en la jaula, el mono intenta encaramarse a la escalera para tomar los plátanos, pero en cuanto se acerca a la escalera, sus compañeros le agreden a golpes ante la posibilidad de una ducha helada. El nuevo mono no entiende nada, pero tras varios intentos se da cuenta de que no se puede acercar a los plátanos a menos que desee ser vapuleado.



En este momento, se saca de la jaula otro de los monos que empezaron el experimento y se introduce uno que tampoco tiene ningún conocimiento del funcionamiento del mismo. Igual que en el caso anterior, el mono intenta agarrar los plátanos y cada vez que lo intenta, todos sus compañeros de jaula se abalanzan sobre él para impedírselo.

La nota curiosa es que el mono que introdujimos a mitad del experimento y que no tiene la experiencia de haber sido rociado con agua helada también participa en la agresión aunque sin saber porqué. Para él, simplemente, no está permitido acercarse a la escalera.



Poco a poco se van sustituyendo todos los monos que comenzaron el experimento por otros que no han experimentado en ningún momento el hecho de haber sido rociados con agua helada.



Cuando se sustituye el último mono de la jaula, el comportamiento de los simios continúa igual, a poco que el nuevo mono intenta acercarse a la escalera es vapuleado por sus compañeros, aunque llegados a este momento, nadie sabe porqué ya que ninguno de ellos ha sido rociado con agua helada.

Se ha establecido una regla: "Está prohibido subir por la escalera y quien lo intente se expone a una represión por parte del resto del grupo".



Quizás sea verdad que en ocasiones los monos reflejan un comportamiento casi humano, o quizás seamos los humanos los que en ocasiones nos comportamos como monos.”




No me queda más que mi agradecimiento a tantos Amig@s que siguen estas andanzas.



Fuente rrrojo

Para http://independientepaladarnegro.blogspot.com.ar

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