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jueves, 27 de noviembre de 2014

Los hermanos del Kun, motivo de pelea.




El papá de Agüero amenaza llevarse del club a sus otros dos hijos. Culpa a Milito de no ponerlos en el Selectivo.



Por Jonathan Wiktor






Juveniles - Gastón del Castillo fue bajado de la Reserva a la sexta y Mauricio a la quinta. Son hermanos de Sergio Agüero.



Gabriel Milito y Sergio Agüero son dos de los jugadores más determinantes de la historia de Independiente. Tanto que si algún especialista, hincha o un ajeno total a este deporte que se asoma apenas para mirar tuviera que resumir el pasado reciente del Rojo, se encontraría con que ambos ocupan un sitio privilegiado y que, con el correr de los partidos y los goles y sus logros, provocaron que la gente los hiciera ídolos.

Y que hoy, aunque uno la rompa en Manchester City y el otro esté retirado de la práctica de fútbol, son el recuerdo viviente de millones de simpatizantes que tienen la sangre más roja que el resto de los mortales.

Pero lo que ahora los conecta no tiene que ver con algo feliz. Porque a pesar de que entre ellos se entrelace una buena relación, que los llevó a juntarse para donar un centro de entrenamiento para el predio de Villa Domínico –la obra fue presentada hace algunas semanas–, se desató un foco de conflicto entre el padre del Kun, Leonel del Castillo, y el Mariscal, actual entrenador de la Reserva.

El detonante fue la situación futbolística de Gastón y Mauricio del Castillo, hermanos del atacante de la Selección argentina, quienes no son tenidos en cuenta por el ex defensor de Barcelona.


Todo comenzó cuando Milito, ante un grupo nutrido de jugadores de su Selectivo, decidió bajar a Gastón a la sexta división, su categoría en inferiores, para que tuviera rodaje y ganara minutos de juego. Desde ese momento, el más chico de los hermanos de Agüero perdió terreno en los partidos preliminares y, cuanto mucho, pudo aspirar a ocupar un lugar en el banco de los suplentes, mientras que eventualmente jugaba con sus compañeros de inferiores. 

Desde ese momento, casi como algo irremediable, empezaron los cruces entre el joven jugador y Milito, lo que provocó que Leonel, padre del jugador, tomara partido.

A todo esto, Mauricio, futbolista de la quinta –también desafectado del plantel de Reserva–, quedó en medio de la cuestión.


La polémica más fuerte, sin embargo, se desató cuando el padre de los chicos –ninguno de ellos tiene contrato con la institución– dio a entender que si ambos seguían ocupando un lugar secundario, una de las posibilidades era llevárselos al exterior, desde donde aparecieron algunos intereses para contratarlos. En un momento, a raíz de eso, se especuló con que subieran directamente a la Primera y trabajaran bajo las órdenes de Jorge Almirón. Pero finalmente eso no sucedió.


El martes, sin embargo, desde la dirigencia especulaban con que todo iba a resolverse sin problemas, incluso contemplando la posibilidad de que se les hiciera contrato en breve: pero en las últimas horas no sólo que la situación no mejoró, sino que se desató un nuevo foco de conflicto. 

Porque el padre de los chicos se refirió al tema desde su cuenta de Twitter (@leozurdo5): “Yo quiero que los dos se queden en el Rojo, pero si no lo tienen en cuenta, ¿qué hago?”, le respondió Leonel a uno de sus seguidores en la red social. A otro le dijo: “Sigan confiando y te cuento a cuántos jugadores dejó Milito afuera y quiénes juegan en su equipo”.

Por último, con tono más enérgico, escribió: “Si no lo tienen en cuenta, ¿hasta cuándo hay que esperar? En diciembre lo dejan libre, no falta nada. Mis hijos no cobran nada, fijate cuánto cobra de sueldo (el entrenador) en el que confiás”, en referencia a Milito.

La paradoja es que el propio Leonel, que tanto critica al entrenador del Selectivo, es vocal titular de la institución de Avellaneda.


Desde la semana pasada que Gastón y Mauricio no se entrenan en el club. Cuando las diferencias se hicieron más marcadas, dejaron de presentarse. Al respecto, se supo que están trabajando por su propia cuenta y que regresarán a sus planteles una vez que todo se resuelva. Ante todo esto, Hugo Moyano, presidente de Independiente, pretende que los dos juveniles se queden porque son patrimonio del club. 

Pero Milito, sumamente enojado, no tiene intenciones de dar marcha atrás con su decisión.



En los próximos días habrá más reuniones para tratar de encontrar un punto final.

Lo que está claro es que para llegar a eso, alguien tendrá que ceder.






Fuente Tiempo Argentino

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