Dimitió Florencia Arietto, la jefa de seguridad; el
motivo fue que el club levantó el derecho de admisión de dos hinchas
Una bandera de
la barra contra Arietto, en noviembre del año pasado.
Había llegado al fútbol por la puerta grande: en
agosto, la abogada Florencia Arietto se convirtió en la jefa de seguridad de
Independiente, la primera mujer en ocupar ese cargo en el mundo. Se sumaba a la
tropa de Javier Cantero, en su quijotesca lucha contra la barra brava del club.
Pero la aventura de Arietto duró demasiado poco: ayer, en medio de
controversias y discusiones con el presidente, oficializó la renuncia a su
cargo que había presentado por mail hace casi tres semanas. El desencadenante
de su dimisión fue que el club levantó el derecho de admisión de dos hinchas:
uno es un palquista de buen poder económico, Eduardo D'Aquila. El otro, un
presunto integrante de la barra, Néstor Marcelo Rodríguez, apodado "El
Chaqueño", identificado con el sindicato de la construcción (Uocra). Es
decir, un gremio vinculado políticamente a la Casa Rosada y contrario a Hugo
Moyano, el jefe de la CGT, con poder en la entidad de Avellaneda y fuerte
oposición al gobierno nacional.
La decisión de sacarles a ambos hinchas el derecho de
admisión fue tomada por la dirigencia de Independiente, ya que la Aprevide, el
organismo de seguridad deportiva bonaerense, no tiene tal potestad. Arietto se
oponía a la medida dispuesta por Cantero y, además del malestar por el
trasfondo político que se huele, se sintió desautorizada. "Hoy (por ayer)
se presentó en el club y volvió a pelearse con Cantero. Después le dio el celular
que le había entregado el club y se fue", aseguró alguien que conoce los
movimientos de la entidad en el área. Es más: hasta surgió la versión de que a
la ex jefa de seguridad le habrían falsificado su firma en la nota presentada
para permitir el acceso de esos hinchas.
Sin embargo, en medio de una jornada de versiones
contrarias, se escuchó otra campana. Cantero habría levantado el derecho de
admisión de Rodríguez porque nunca lo amenazó y no causó ninguna clase de
problemas. La encargada de seguridad lo había colocado en la lista de los que
tienen entrada prohibida por llevar la bandera "Somos nosotros",
vinculada con la barra que encabezaba Pablo Álvarez, el ex jefe. Incluso, en
esta batalla impensada entre la dirigencia y la renunciante, a última hora surgió
desde el club la versión de que Arietto le habría pedido dinero a Rodríguez
para no ponerlo en la lista y que, finalmente, lo colocó en el derecho de
admisión porque no hubo acuerdo económico.
Arietto, abogada de 35 años y embarazada de cuatro
meses, vio trunco el deseo que manifestó al asumir, en agosto pasado:
"Estudié derecho para defender a los débiles y hoy los débiles son los
hinchas comunes que no pueden ir a la cancha con sus hijos". Entonces
agregaba: "Yo para los negocios de la barra soy un estorbo. Sea mujer,
hombre, perro o el presidente de la república, porque así es el código del
hampa". Seis meses después de este mensaje, Arietto se va del ambiente del
fútbol.
Fuente La Nación
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