Ilustró rrrojo
Llegó el Gallego
con el feca.
El ritual del
sobrecito de azúcar y la cucharita después de revolver haciendo sobre el
pocillo los clásicos dos “Plin Plin”.
Me avisan : ¡Ojo!
Eso es un código.
Miro
disimuladamente para los costados, y disimuladamente todos aparentan que nadie
escuchó.
Al menos por las
caras de poker.
Debo parecerles
baraja Española.
Esquina de Bochini
y Alsina. Previa a un partido. En un café de dudosa progenie, pero en una ubicación
histórica.
Muchachos que traían
trapos del Rojo iban llenado el local.
Algunos días antes me
hice socio, después de tanta espera y te cuento lo que sentí.
Entré al Ricardo
Enrique Bochini con mi Hermano Hugo Silva en el corazón, con un solo carnet y
me dejaron pasar igual todos los controles.
Cuando volví de la
cancha vi las anotaciones hechas, como mensajes sueltos, y hoy trato de reunirlos.
Esto lo escribía en
un café de los Diablitos de Alsina y Bochini.
Lo anoté antes de subír
a la Sur contando los escalones.
Esperando que la
hábil te diga a cuantos minutos el Rojo vacuna.
Y es gol Diablo.
La otra, la de palo, en otro escalón te hace desconfiar.
Empata o gana.
Me acomodé arriba.
Bien arriba junto al Hermano que ELEGI.
Y Recordé cuando
iba a la otra tribuna. Y la Visera estaba a mi derecha. Y hoy sería la
inconclusa Bochini.
Me acordé. De mi
Viejo y de mi Hermano con la bufanda puesta disfrutando de Michelli, Ceconatto,
Bonelli, Grillo y Cruz.
Los resultados dejálos
al lado.
Volvíamos de la
cancha gozando los papelones de los defensores rivales, desairados por esos que
me enseñaron a apreciar el BUEN FUTBOL por las palizas que les propinaban.
Escondiéndoles la
pelota. Haciéndola desaparecer bajo la suela con tapones de seda.
A pesar de ganar,
del empate o haber perdido.
Les pintábamos la
cara igual.
Los rivales una vez
terminado el partido, seguían buscando la pelota.
Para poder aunque
sea tocarla.
Y era un deleite.
Un bálsamo para los ojos que les decían a nuestro rostro que sonriera.
A pesar de ganar,
del empate o haber perdido.
Lo que te quiero
decir Diablito de menos de 40, que Yo, sin campeonatos hasta los años 60
disfruté del Rojo.
Porque los
Bailabamos a TODOS. Sin Campeonatos.
Pero éramos los que
mejor jugábamos.
E íbamos a ver
JUGAR al Rojo.
Que JUGABA.
Y lo esperé.
Y me respondió.
Ganando.
AFA: 1960 1963
Nacional: 1967 1977 1978
Metropolitano: 1970 1971 1983
Primera División: 1988/89
Clausura: 1994
Apertura: 2002
Copas
Internacionales
Libertadores de
América: 1964 1965 1972 1973 1974 1975
1984
Intercontinental: 1973 1984
Interamericana: 1973 1974 1976
Supercopa: 1994 1995
Recopa
Sudamericana: 1995
Copa Nissan
Sudamericana: 2010
Hacele el AGUANTE.
LA HISTORIA TE DICE
QUIEN SOS.
Y si en algún
momento tu Fe en el Diablo Rojo flaquea, tené paciencia y apoyalo igual.
Te lo devolverá con
creces.
En el Café, un par
de vagos, detrás de mi me parece que estaban leyendo lo que escribía.
Entregado les dije:
- -
¿Qué
pasa Muchachos?
Me contestó uno que
estaba tatuado del Rojo hasta en los párpados:
- - ¿Otro feca señor? Ese se le enfrió mientras escribía. Paga la hinchada.
Lo tomé como hostia
que sale del Cáliz.
De vuelta, llegué a
Santos Lugares en un vagón cercano al furgón donde viajaba una barra de alguna
peña. Los canticos y el bombo acompañaron mi viaje.
Vi alejarse el tren
hasta que esa música se perdió casi llegando a Caseros, la próxima estación.
Y me pregunté si
esos pibes y pibas, podrían sentir algún día lo mismo que Yo.
Espero que sí.
El Diablo es
generoso.
Por rrrojo
Fuente Independiente de paladar negro Blog.
Por rrrojo
Fuente Independiente de paladar negro Blog.
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