Por Lucas Campos
Venía caminando por Alsina y venía pensando. Y venía
escuchando Salta La Banca y la venía parafraseando. Y pensaba, y decía: “Tres
sílabas y ganamos hoy. Tres sílabas y el Puma mete un gol. Si estamos juntos,
que importa el rival”.
Entonces dejé de imaginarme un videoclip y me metí en el
estadio del más ganador de América.
Y yo seguía enganchado con “Seremos”, y pensaba, y decía: “Le
saco punta a tu cintura y a las manos de Tagliafico que se levantan al cielo
más hermoso de todos. El más lindo y el más copero”. El primer tiempo lo
jugaron en la arena. Lento, tedioso, con alguna que otra escapada de Meza y
algún testazo de Silva que sacó el portero Paraguayo.
Silva, que estaba más perdido que Lost, pasó a jugar de tres
en el complemento, entonces, el Rojo se activó.
Cuatro minutos, gran jugada del uruguayo que contagió como
un bostezo al Burrito Martínez que no dudó y puso a Independiente 1 a 0 arriba.
Más tarde, el Rey De Copas fue tan lindo como el rock, tu
amor y el vino. Que Meza para Nery, que Nery para Sánchez Miño, que este último
para Gigliotti y gol del Rojo. Final de la historia.
Se vuelven a levantar esas manos, que también se van
aplaudidas por su gente, que los banca y que hace saltar la banca. Que sabe que
juntos serán eternos, serán infierno, serán el fuego y serán sosiego. Serán la
bronca del gil que rezonga. Por ser emoción. Esa emoción que tengo ahora, de
ver jugar tan bien a Independiente y que se las quiero compartir, homenajeando
a una gran banda.
Fuente De la Cuna al Infierno
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