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martes, 3 de enero de 2012

Cantero no le vende el alma al diablo



El presidente de Independiente, con su lema "el club es de los socios", busca el saneamiento económico y marginar a la barra brava.

Por Claudio Mauri
         

Javier Cantero dice que Independiente tendrá que recuperar terreno perdido - Télam

Por la mañana estuvo reunido con el secretario del Coprosede, Rubén Pérez, para ponerse al tanto de las cuestiones de seguridad que atañen a Independiente. Por la tarde retomó la dificultosa misión de buscar financiamiento para satisfacer el pedido de Ramón Díaz de "dos delanteros de área importantes". Son febriles las primeras semanas de Javier Cantero en la presidencia de Independiente, al que se dedica desde que se levanta hasta que se acuesta. Lo sobresaltan las urgencias de un club técnicamente en situación de quiebra y también queda anonadado cuando se da cuenta de que no puede conectarse con su notebook a Internet porque cortaron la señal de Wi-Fi por falta de pago o que la máquina cortadora de césped del estadio Libertadores de América fue alquilada.

"Independiente bajó muchos escalones. Lo encontramos tan mal como lo esperábamos", expresó ayer Cantero, de 54 años, casado, con tres hijos. Este consultor económico y financiero alcanzó el objetivo de ser presidente que se propuso desde 2008, cuando fue reelegido Julio Comparada, cuya gestión ya le merecía algunas objeciones.

Desde bien abajo, en un trabajo de hormiga, juntando firmas y entrando en contacto directo con socios e hinchas, Cantero construyó su perfil de renovador, de outsider de los aparatos políticos tradicionales de Independiente. En las elecciones que ganó con el 60 por ciento de los votos era identificado como el candidato que "viene de afuera", porque ni él ni ninguno de los dirigentes que lo acompañaron en la lista participaron nunca en conducciones anteriores del club ni operaron en algunas de las agrupaciones conocidas.

La impronta auténticamente renovadora que encabezó Cantero se resumía en el sugerente y simbólico nombre que le dio a su agrupación: Independiente Místico. Su campaña, cimentada en la transparencia, sinceridad y honestidad, caló hondo entre los socios, que ya estaban cansados de seis años de un oficialismo cuya administración, sin entrar en consideraciones de dolo o corrupción, había sido, como mínimo, muy desacertada.

La verificación de responsabilidades por un pasivo que orilla los 250 millones de pesos estará a cargo de una auditoría, cuyos resultados Cantero se comprometió a publicar dentro de tres o cuatro meses en la página oficial del club para que los socios tengan acceso mediante la utilización de una clave. También figurará a quién pertenecen los derechos económicos de los jugadores y la duración de sus contratos, temas urticantes por la proliferación de supuestos mecenas que hacen sus negocios a costa de la insolvencia de los clubes. Con esta política de comunicación, Cantero cumple con su lema de campaña: "El club es de los socios".

Cantero defiende algunos valores que no solamente lo distancian de la última dirigencia de Independiente, sino también de la corporación general del fútbol argentino. A su obsesión por lograr el saneamiento económico de la entidad le suma su independencia de la barra brava. No necesitó de ella como grupo de choque para imponerse en las elecciones y se quedó perplejo cuando Bebote Álvarez le presentó la renuncia como jefe de la barra. Primero lo despachó con un "acá no hay plata" y después le respondió con lógica cartesiana: "No puedo aceptar ni rechazar una renuncia a un cargo que no existe en los estatutos del club". La tolerancia cero de Cantero con los barras va en el mismo sentido que aplicó su colega Enrique Lombardi en Estudiantes.

Con muchos de los ingresos económicos (publicidad, camiseta, palcos, derechos de TV) cobrados por adelantado y ya gastados por la gestión anterior, Cantero hizo poco menos que una colecta para poner al día a los empleados antes de fin año. También cobró los sueldos el plantel, al que se le adeudan las primas. Varios acreedores (Menotti, Gallego y Mohamed) olieron dinero y fueron a golpear la puerta.

Se abrirá la inscripción de socios, se intentará cambiar el estatuto para aumentar la cantidad de asambleas anuales y se buscará un financiamiento hasta conseguir cierta autonomía para no vivir en una constante zozobra económica. Cantero y quienes lo acompañan representan una nueva dirigencia que ve en su propia virtud y ética un remedio para los viejos vicios.

Otra vez, Bochini y Bertoni
La ex calle Cordero fue rebautizada hace unos años Ricardo Bochini por iniciativa de Javier Cantero, que ahora pretende darle al Bocha un cargo honorario, al estilo de Di Stéfano en Real Madrid. También Daniel Bertoni sería designado embajador para representar a Independiente ante los clubes europeos.
refuerzos

El que venga deberá ser mejor que los que están
"No vamos a traer refuerzos que sean iguales o sólo un 10 por ciento mejor que los jugadores que ya tenemos. Si viene alguien tendrá que ser un 40 o 50 por ciento mejor para que el esfuerzo económico valga la pena", expresó el presidente Javier Cantero, que ya conoce el pedido de Ramón Díaz: dos delanteros de área, referentes, de ciertas garantías.

La prioridad es Rubén Ramírez, por quien Cantero se reunirá con el presidente de Godoy Cruz. La negociación no es sencilla porque el club mendocino no quiere transferirlo e Independiente necesita un apoyo económico externo, con la condición de que una futura venta le deje un beneficio. Cantero también ofrecerá jugadores para abaratar el costo. Una alternativa es el colombiano Dayro Moreno, que no convence al DT. La intención es una progresiva reducción del plantel para llegar a junio con 23 o 24 futbolistas.



Fuente CanchaLlena

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