Por qué huyeron de la Seleccion Bielsa, Pekerman, Sabella y
Martino. El golpe interno de los jugadores al Coco Basile. La solidaridad de
Riquelme. El momento de hacer la lógica y buscar terrenalidad
Por Cherquis Bialo 10 de septiembre de 2017
Especial para Infobae
(Télam)
Estimado Director Técnico Jefe de las Selecciones
Nacionales:
Resulta ocioso señalarle apriorísticamente que esta misiva
tiene una intención solidaria. Deseamos su éxito, pues de tal circunstancia
disfrutaremos todos los argentinos. No es que usted sea el sujeto personal de
tal deseo, si no todo aquello que está bajo su liderazgo.
Usted sabe, estimado Sampaoli, que su designación al frente
de la Selección Nacional formó parte de un pacto político en procura de la
reinstitucionalización de la AFA. En el paquete del nuevo estatuto, las
modificaciones reglamentarias, la Liga, el contrato por derechos televisivos,
la aceptación a la candidatura de Claudio Tapia como presidente en lista única,
la renovada estructura administrativa y el nuevo orden funcional, se aprobó su
contratación toda vez que quien lo recomendó e impuso representa el poder
bilateral por entonces requerido: Estado y AFA.
(DyN)
Permítame señalarle que tal vínculo es contracultural a la
historia de la AFA pues desde la época de Guillermo Stábile hasta Edgardo
Bauza, con la sóla excepción de Diego Maradona (2008-2010), los presidentes de
AFA siempre recurrieron para entregarles la Selección Nacional a técnicos que
hubieran alcanzado el éxito dirigiendo primero equipos locales: Menotti,
Bilardo, Passarella, Bielsa, Pekerman –por su incuestionable trayectoria en
Juveniles tras la inesperada renuncia de Bielsa- Basile, Sabella, Martino.
Créame que jamás se le hubiera ocurrido a nadie contratar a un técnico sin
trayectoria con equipos de AFA, aun cuando como en su caso lograra un titulo
con Chile. Por lo general, la historia siempre fue al revés: éxito con equipos
de AFA, luego Selección Nacional y mas tarde el exterior como nuevo objetivo,
tal los casos de Passarella, Bielsa, Pekerman, Menotti, Basile, Bilardo,
Martino…
Una bendición lo ha privilegiado: sedujo al hombre justo, en
un momento oportuno, en circunstancias políticas de la AFA en las cuales había
que borrar toda huella de una nefasta intervención y el pobre Edgardo Bauza
resultó ser una víctima de tal disputa interna. Antes de ello, Gerardo Martino
prefirió irse voluntariamente después de la Copa América de los Estados Unidos
que también le ganara Chile a la Argentina, tras la ejecución de los penales
bajo la dirección de Juan Antonio Pizzi. O sea que usted es el tercer técnico
en estas traumáticas Eliminatorias, un hecho sin precedentes en la historia de
la Selección Nacional.
(Photo by
Gabriel Rossi/Getty Images)
Seguramente, y después del partido ante Venezuela, se habrá
sentido abrumado. Está bien, ese es el mundo que habrá de transitar mientras
dirija a la Selección Nacional. Pero repase bien los valores a cautelar. ¿Es
usted sobre sus dirigidos?, ¿permitirá que sean sus dirigidos sobre usted? ¿o
logrará el delicado equilibrio de ser usted y sus dirigidos juntos? Le anticipo
que no es fácil tarea.
Los duendes del predio ya le habrán contado historias.
Téngalas en cuenta. Y confíe en esos empleados y funcionarios de Ezeiza que se
las contaron o acaso se las contaran en un futuro pues ellos son confiables y
siempre estuvieron comprometidos con la causa de la Selección Nacional. Sabrá
entonces que a Bielsa lo marcó el acuerdo tácito entre los jugadores que
pergeñaron el 1 a 1 contra Uruguay para el Mundial del 2002. Y esperó los
Juegos Olimpicos de Atenas en el 2004 para dejar un titulo en la AFA, la
Medalla Dorada y marcharse. Tal vez entienda por que después del Mundial de
Alemania en el 2006, José Pekerman, el más exitoso y brillante líder en la
historia de las selecciones juveniles argentinas huyó de Ezeiza y más tarde
aceptó trabajar en el exterior a pesar de la insistencia de la AFA para que
continuara o regresara a los juveniles.
Ya sabe usted, estimado Jorge, que Alejandro Sabella, un
caballero en todo el sentido de la palabra, anunció su renuncia como Director
Técnico de la Selección Nacional antes de que se disputara la final contra
Alemania en Río de Janeiro. O sea que, aún con la posibilidad de ser el técnico
Campeón del Mundo, prefería irse. Tome nota: Bielsa, Pekerman, Sabella,
Martino… ¿Analizó usted por qué? Hay más…
(Télam)
El caso de Alfio Basile fue distinto. Según mi percepción
como testigo, el Coco advirtió en la derrota por 1-0 contra Chile (Octubre de
2008) en Santiago por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 que la actitud del
equipo en el campo le daba peligrosas señales de "sumisión" ante la
adversidad. No se equivocó pues quedó demostrado después que
un grupo de jóvenes jugadores quería ser dirigido por Diego
Armando Maradona, con quien habían compartido arengas de vestuario y horas de
alternancia en Beijing sin oposición del Checho Batista. Los iniciadores del
"golpe interno" a Basile fueron nóveles estrellas que insinuaban su
apogeo en los mejores clubes de Europa. Tenían nueve años menos que hoy y
probablemente el proponente fuere quien más afectivamente estuviese ligado a
Diego en aquella época. Pero no estuvo solo, otros dos enormes campeones de
ligas europeas de élite y de Champions lo acompañaron. Y los tres estuvieron
respaldados por dos jugadores más grandes en edad y con predicamento en el
grupo. Uno de ellos, el que tomó el control de la representatividad, ya se
retiró y se insinúa como un brillante técnico a juzgar por un rotundo éxito en
la pasada temporada. El otro está atravesando un momento fenomenal y parte de
la prensa lo pide para retornar a la Selección que usted dirige. Fue por estos
hechos que Juan Román Riquelme prefirió excusarse de formar parte del plantel
convocado por Diego Armando Maradona en el 2008. Riquelme fue duro con aquellos
compañeros aunque ni él, ni Basile habrán de referirse jamás a este tema.
(NA)
Como advierte, el plantel que lidera tiene una larga
historia. Son actores de todas las sensaciones que el fútbol puede ofrecer.
Muchos han llegado a la gloria y afortunadamente las vidas de sus próximas tres
generaciones de descendientes estarán aseguradas bajo cualquier fideicomiso que
asegure salud, educación y alimentos. Y otros van en procura de ello. Dirige
usted súper estrellas millonarias y algunos otros "hambrientos" de
futuro. Su éxito será hacerlos converger. Y no estaría mal que elija algún
paradigma. Tome el ejemplo de Brasil. Cuando Tite llegó a la dirección técnica
se habían jugado seis partidos en los que Dunga dirigió al equipo. Tite
consiguió en 10 partidos 28 puntos. Quiere decir que si Brasil hubiese regalado
esos primeros seis partidos y solo se contabilizaran los 10 de Tite, Brasil
tendría 28 puntos y sería igualmente el líder en las posiciones. ¿Cuál fue su
fórmula?, ¿echar a todos?.¿fusilarlos en pública ceremonia? No. Ante la presión
de un sector de la prensa y del público, se apoyó en Neymar y fue reemplazando
de a poco. Ejemplos: Marquinhos por Gil, Marcelo por Felipe Luiz, Casemiro por
Lucas Lima. Y en la medida en que los resultados le fueron favorables y regresó
la calma de a uno fueron volviendo los mismos a los que "querían
matar", menos David Luiz. El tema era lograr el estado de distensión y
hacer que Neymar esté feliz. Ellos no son felices porque ganan, ganan porque
son felices. Lo que usted mismo dijo respecto de Messi: rodearlo, darle confortabilidad
de competencia, dejarlo tranquilo para que corra menos y que el contacto con el
balón sea para filtrar pases, dejar mano a mano a sus compañeros, hacer todas
las genialidades que pueda hasta el gol. Y acceder a sus insinuaciones. Messi
jamás le dirá una preferencia contundente, es su trabajo detectarlo. Y si usted
sabe que Messi es gran amigo de Agüero y va a sacar a Icardi, haga entrar al
Kun, no a Pastore. Y si le dicen que termine con "el club de amigos",
podría usted responder que "el club de amigos es el generador de la
mística, del involucramiento grupal, del compromiso de todos y que en toda
actividad humanística lo mejor que puede pasar es alternar la vida y sus
objetivos como miembro de un "club de amigos". No hubo campeón del
Mundo de ningún deporte colectivo que en un punto de su desarrollo no le haya
dado identidad a la amistad. Sus jugadores saben por que no llamó a Higuain y
sí a Icardi. Y el marketing no marca goles…
(AFP)
Finalmente, estimado Jorge, me permito pedirle una mínima
dosis de practicidad. No hay tiempo para privilegiar convicciones sobre
necesidades. No quiera cambiar mucho. Haga la lógica. Haga descender su
"súper yo". No le cuente a otras personas por más importantes que
sean cuestiones de sus dirigidos. Ellos terminan sabiéndolo. Y recuerde que
serán sus jugadores quienes lo llevaran al Mundial y no al revés. No les hable
mucho, especialmente a Messi, ni se fotografíe con ellos cuando va en misión de
trabajo por diferentes ciudades. Interprete la foto que subió la esposa de
Messi con su familia cuando Lio regresó a Barcelona: es todo un mensaje. Por
ejemplo: "La felicidad está aquí, en Barcelona, en familia, juntos…".
Busque un refugio en el infierno. Le quedan dos partidos y hay que sumar cuanto
menos cuatro puntos de diferente valor. Pues aunque en matemáticas cuatro es
siempre cuatro –la suma de tres mas uno o dos mas dos- en fútbol no resultan lo
mismo. Sabemos que los tres puntos en disputa frente a Perú más uno en Quito
ante Ecuador son diferentes en valor necesario que a la inversa ya que un
empate le daría a Perú el punto más valioso por el cuarto puesto por el cual
competimos.
(AP)
Concéntrese en eso maestro: terrenalidad y no gasten
energías en otras cuestiones que no importa dónde se jugará ni quién cantará el
Himno, ayude mas bien a que lo cantemos todos…
Sinceramente,
ERNESTO CHERQUIS BIALO
Fuente Play Fútbol







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