Independiente se trajo un empate valioso de Colombia, pero
dejó la sensación de que se podría haber ganado.
Independiente empató en Bogotá, quedó cerca de los octavos
de final de la Copa Libertadores, pero, cuando estuvo en desventaja en el
marcador, demostró que podría haber ganado el partido si se animaba un poco
más.
Al comienzo del partido se vio lo peor del Rojo. El equipo
salió a la cancha sabiendo que el empate le servía y, quizás algo relajado por
eso y fatigado por los 2600 metros de altura, careció de juego y le cedió
terreno a Millonarios, que no llevó peligro al arco de Martín Campaña. Pese a
ello, el conjunto de Ariel Holan tuvo el primero en los pies de Martín Benítez
y la cabeza de Nicolás Figal.
En la segunda mitad el trámite fue algo distinto. Luego del
gol del rival, que llegó en un momento impensado, el Rey de Copas levantó su
nivel, fue a buscar y consiguió el empate y de hecho lo pudo haber ganado. Cabe
destacar que Braian Romero marcaba el segundo gol, pero, como ya es costumbre,
el asistente levantó la banderita y cobró un offside que no era.
El Orgullo Nacional depende de sí mismo para sellar su pase
a octavos, aunque quedó la sensación de que se podía haber ganado en Colombia y
aspirar a ser primero en el grupo.
Fuente Infierno Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.