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sábado, 26 de mayo de 2018

Qué me van a hablar de amor




Por Lucas Campos

–Cómo la amé, por Dios. Como la fui a perder, Dios mío. Cómo la dejé ir, será de Dios– soltaba el Flaco que no podía largar a Dios de su boca debido a que lo había nombrado toda la semana para pedirle un gol del Puma Gigliotti contra Lara.

–¿A quién perdiste Flaco? ¿Te dejó tu jermu? ¡Hablá y dejate de hacerte  el Sherlock Holmes- le respondí. El Flaco se bajó del auto, cerró la puerta y finalizó

– A la camiseta de Independiente con la publi de Mita, pela. La puta que los parió, se ve que mi vieja la puso a lavar y andá a saber a dónde fue a parar.

Y nos fuimos caminando por Alsina al lugar más lindo de todos.

Increíblemente, mi labor periodística me tenía atrapado en cubrir toda la información de Deportivo Lara.

– ¿A quién se le ocurrió mandarme a cubrir a este equipo cuando el Rojo se juega la clasificación a octavos? pensaba.

En una de esas, y mientras yo trataba de memorizar los apellidos compuestos de los once venezolanos, salió Independiente caminando hacia el círculo central. Con una camisa. Con una camisa, sí. Y levantó las manos, imponente, a toda su gente que se rompía las palmas aplaudiendo a un equipo que enamora, desde el juego, desde la actitud y desde la identidad.

El relator me preguntaba cuanto medía el zaguero de ellos. Que se yo, qué le va a importar a la gente cuánto mide ese morocho al que Benítez le pegó un peludo bárbaro y que parece tener las piernas cruzadas. Pero bue, el laburo es el laburo.

–1.80, señor relator– respondí con el Motorola en la mano derecha, temblando de las ansias de que moje el Puma.

El partido fue anecdótico. Reventamos dos veces el travesaño. Benítez la mandó a guardar desde un saque de esquina. Meza recibió mimos de todos lados, Gigliotti recibió de espaldas y le voló el arco al portero de Barquisimeto, y además, cumplió el pedido del Flaco hacia Dios. Independiente ganó y se metió en octavos.

Después de la transmi, lo fui a buscar al flaco. Me abrazó y nos fuimos al auto hablando sobre lo que juega Benítez y porqué Sánchez Miño es suplente de Silva. El Flaco bajó la ventanilla como queriendo encontrar otro tema de conversación en el viento, y me dijo

–Cuchame, Pela. Vos, cuando yo te hablé de ese amor que perdí, lo asociaste con una mujer. Después te quejás porque te mandan a cubrir a Lara. ¿A quién se le ocurre hablar del amor de una mujer o de un tipo a 15 minutos de clasificar a octavos de final de la Copa Libertadores? ¿Sos o te hacés? Ese es el verdadero amor, con el que nacés y te morís. No lo cambiás nunca, papá. Te peleas un finde porque lo ves perder pero al siguiente, lo amás con más fuerza que antes, y le perdonás todo. ¿O alguna vez dejaste a gamba al Rojo ? Y encima es la Libertadores, Pelado. Dejate de joder, ¿Qué me van a hablar de amor, si yo soy hincha de Independiente? Dios mío, finalizó el flaco ya, en octavos de final.


Fuente De la Cuna al Infierno

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