El técnico quiere que Independiente prescinda de la
elaboración y sea más directo.
Por Favio Verona
Olé te cuenta cómo es el conjunto que quiere armar el DT. A
Montenegro lo reemplazará con otro esquema.
Está convencido Jorge Almirón: Independiente ahora sí será
su equipo. Con seis meses de trabajo, varios de los refuerzos que pidió a su
disposición, una pretemporada para terminar de afianzar sus ideas y sin
Montenegro ni Penco, el DT se siente más fuerte.
Necesitaba una señal de apoyo de la dirigencia para
continuar con su proyecto. Y se la dieron. Desde que la CD respaldó su idea de
desprenderse del Rolfi, el entrenador siente que ya no navega en la
inestabilidad. No salió ileso del tumultuoso arranque del año, pero en esa
burbuja que le garantiza cierta sensación de seguridad, comenzó a esculpir el
Independiente que quiere para el 2015.
A Almirón nunca lo convenció Montenegro porque, entre otros
factores, no concibe la posibilidad de que haya un jugador que le maneje los
tiempos del equipo. En su demanda permanente del vértigo no hay lugar para la
pausa. “Quiero un conjunto más dinámico y directo”, repite. Lo que priorizó en
los últimos ensayos fue prescindir de la elaboración. La búsqueda apunta al
utilitarismo, a conseguir que las transiciones entre defensa y ataque sean más
rápidas, a terminar las jugadas en cuatro o cinco toques. Se trata de una
propuesta ofensiva que parece llevar el sello del fútbol que se juega en
México, donde el entrenador vivió 17 años.
“El año pasado jugábamos con dos volantes de contención
ofensivos (Méndez y Mancuello). Los riesgos fueron demasiado altos”, reconoció
el técnico. Para que la defensa no quede tan expuesta, piensa sacrificar a
Jesús e incluir al uruguayo Rodríguez, quien a su criterio le garantizará mayor
rigor táctico para hacer los relevos y capacidad para recuperar. Si bien en un
principio Almirón analizó concederle mayores libertades a Pisano para que se
erigiera como el reemplazante de Montenegro, los ensayos no arrojaron un saldo
favorable. El Enano seguirá jugando por derecha y Pizzini ocupará el extremo
izquierdo. A pesar del pedido del técnico de que ambos retrocedan para hacer
sombra cuando el rival tiene la pelota, la defensa aún queda expuesta en las
prácticas. Arriba, al DT ni se le pasa por la cabeza poner un solo atacante:
“Un nueve debe tener mucha jerarquía para jugar sin acompañante y bancarse a
los centrales”.
Por ahora, el equipo de Almirón es sólo una obra en
construcción.
Fuente Olé
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