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miércoles, 28 de enero de 2015

Papelón de verano





Por Denis Fabricatore

Independiente terminó la Copa de Oro con un partido para el olvido. En Mar del Plata, el equipo de Jorge Almirón fue vapuleado 4-0 por River y no pudo quedarse con el triangular de verano. Fernando Cavenaghi, Rodrigo Mora, Camilo Mayada y Leonardo Pisculichi le pusieron cifras a una derrota durísima del Rojo, que terminó con un jugador menos por la expulsión de Jesús Méndez.

Cuesta entender cómo un equipo que por momentos mostró buen fútbol haya sido aplastado de una manera tan escandalosa. En los primeros minutos se vio la propuesta de jugar al ras del piso, a un toque, con prolijidad y mirando el arco de enfrente. Francisco Pizzini tuvo una chance clara a los 13 minutos con un remate cruzado que se fue cerca del palo izquierdo. El equipo buscaba generar peligro, pero la propuesta de a poco se fue diluyendo por errores infantiles y desatenciones graves.

A los 21 minutos, el gol de Cavenaghi fue el primer golpe que empezó a desmoronar el planteo de Independiente. La falla de Emiliano Papa y la grosera pifia de Víctor Cuesta le dejaron servida la pelota al Torito, que la bajó y definió sin problemas. Más allá del gol, el Rojo tuvo chances inmejorables para empatar. La más clara la tuvo Pizzini, quien pifió un remate adentro del área tras una gran jugada colectiva. Así, fallando en la definición y sufriendo con los avances de Gonzalo Martínez, llegó un momento clave: la expulsión por doble amarilla de Jesús Méndez, que jugó al límite en todo el primer tiempo.

Si bien tuvo a tres de sus cuatro refuerzos en cancha, Independiente no pudo hacer mucho para cambiar la historia. El fútbol se había apagado, las chances de gol brillaban por su ausencia y River crecía aprovechando errores. El partido se terminó a los 8’ del complemento, cuando Mora ganó la pelota tras un mal cierre de Cuesta -de muy floja tarea- y venció al Ruso Rodríguez con un tremendo remate cruzado. Fue ahí cuando el Millonario empezó a florearse y amplió la ventaja a través de Mayada -en claro offside- y Pisculichi –tras una buena acción colectiva-.

Independiente sólo se acercó con dos buenos remates de Benítez que encontraron atento al arquero Julio Chiarini. La idea de jugar prolijo y a un toque se desvirtuó por completo, y el rendimiento terminó siendo más que pobre.

Con el Clásico ante Racing en la mira, Almirón deberá trabajar mucho para dejar atrás tantos errores infantiles y cambiar la pálida imagen que dejó el Rojo en Mar del Plata.


Fuente LxR

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