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miércoles, 28 de enero de 2015

Afiche . Ex Rojos - Miguel Angel "Pepé! Santoro


Ilustró rrrojo



Miguel Angel Santoro



Hincha del club desde pibe, Pepé se convirtió en sinónimo de seguridad y solvencia.

Clave en las noches de Copa, es uno de los ídolos máximos.


Siempre soñó con defender ese arco, el del equipo del que era bien fana.

Entonces, se juntó con un par de pibes del barrio y se tomó el colectivo en Sarandí para probarse en Independiente.

En ese grupo estaban Osvaldo Mura, Raúl Bernao y Roberto Santiago.

El final de la historia es conocida y este brillante arquero pudo hacer su sueño realidad.

Pero además de sus grandes condiciones, tuvo algo que muy pocos rescatan: paciencia para esperar su momento detrás de arqueros de la talla de Toriani. Pocos saben que una vez en Tercera tuvo que jugar de 4 en un partido que se suspendió cuando varios jugadores ya se habían ido.



"Sobrio, siempre trataba de hacer fácil todo lo difícil. En el arco no hay que regalar nada, tener buena colocación y vivir el partido hablando permanentemente a los defensores", se definió alguna vez. Tuvo que esperar hasta fines del 62 para debutar ante Argentinos en un 0-0. Al año ya fue una fija y se consagró campeón.

Pero no caben dudas de que su gran despegue fue en el mítico Centenario de Montevideo, cuando en la primera final se transformó en una bestia que no se cansó de atajar para dejar a los uruguayos en cero y traer un empate a Avellaneda, que desembocaría en ser campeón de América por primera vez.

Desde los tiempos de Fernando Bello el hincha no se veía tan identificado con un arquero como con Santoro. Es injusto elegir a uno y decir que fue el mejor de la historia del club. Pepé es el 1 que más atajó en este equipo y en el más alto nivel. En el 65 ataja un penal clave para eliminar a Boca en semifinales.

Admirador de Julio Cozzi y un verdadero adicto al trabajo, Santoro cosechó 10 títulos bajo los tres palos. Si le dan a elegir uno, no duda: "La Intercontinental, porque esa copa es la consagración de todo jugador. Fuimos de punto a jugar contra la Juventus en Roma y nos pudimos sacar la espina de las derrotas anteriores".


Una gran muestra de constancia es que ocho entrenadores distintos lo llamaron a la Selección. Fueron 14 partidos en 10 años, y fue suplente de Antonio Roma en el Mundial 74. 

En el verano de ese año se fue al Hércules español y, tras tres temporadas, se retiró.

Del fútbol pero no de Independiente, ya que siempre estuvo vinculado al club y le dio dos, cuatro, diez, cien manos cuando hizo falta.

Ataje quien ataje, en el Libertadores de América siempre se recordará la estampa del querido Pepé •





"Volví al Club, empecé a entrenarme
Y un día me dijeron ‘Que bien estás’
Eso me cayó mal decidí no jugar más”







Fuente El Gráfico – 100 Ïdolos de Independiente.

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