Por Beto Tisinovich
Otra penosa actuación de Independiente en la segunda
categoría del fútbol argentino.
No perdió porque el Diablo no quiso o porque
los jugadores de Unión demostraron que a la hora de definir les faltan algunas
materias.
Pero por lo menos intentaron ganar. Lo nuestro fue displicente,
tedioso, anunciado, aburrido... no se cayó una idea. A esta ahora me importa
nada si el punto sirve para saber si
seguimos en puestos de ascenso hasta que hoy Instituto visite a Sarmiento.
¿Para qué? Si jugando como ayer no le podés ganar a nadie. A
nadie, como se viene demostrando en estas 11 fechas del 2014. Sólo 11 puntos de
33 posibles hablan por sí solo de cómo estamos.
Un equipo miedoso se paseó por
Santa Fe. Si bien en la primera etapa tuvimos un par de chances, las mismas
fueron totalmente aisladas a un juego asociado. Después todo fue del Tatengue,
que con su mediocridad a cuestas, igual nos metió contra nuestro arco. Creo que
Omar De Felippe ya no puede cometer el mismo error de dejar a Pisano en el
banco, y que luego tampoco sea la primera alternativa en los relevos.
Ni
Miranda todavía debe entender para qué entró. Ahí era para que ingresara el ex
Chaca, quien es el único que puede sacarse un jugador de encima y generar
peligro.
Y con la lesión del Rolfi (cuánta pasividad), era el Pocho a la cancha
para juntar al menos un par de players que hablen el mismo idioma.
Pero la
pobreza que tiene la institución se demuestra en el verde césped. El equipo
refleja lo que es el club. Unos quieren ayudar para tratar de salir rápido de
la BN, y a los que están a cargo lo menos que les importa es Independiente.
Está claro que lo quieren hundir más de lo que lo hicieron hasta ahora.
Fuente Olé
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