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martes, 20 de febrero de 2018

Flash Menéndez

Holan piensa que Menéndez, que tiene el récord de ser más rápido que Rigoni, puede ser la llave que abra la defensa de Gremio.

Pocos tienen la velocidad de Menéndez cuando se va al ataque. Es un Fórmula 1.


Por Favio Verona

“Volvió Rigoni”. Eso fue lo primero que les dijo Ariel Holan a sus ayudantes el 26 de enero en el predio de la AFA, cuando vio por primera vez en acción a Jonathan Menéndez. El entrenador lo conocía muy bien: había seguido toda su campaña en Talleres. Pero quedó alborozado cuando fue testigo de su velocidad en vivo y en directo. El preparador físico de Independiente, Pablo Blanco, también se sorprendió. Para diagramar los entrenamientos y dosificar las cargas en función del biotipo físico de cada jugador, el cuerpo técnico armó una base de datos con estadísticas de cada uno de los integrantes del plantel. El volante ofensivo de 21 años tiene un pique corto propio de un velocista. Y la sentencia no cae en el terreno de la exageración.

“Hemos comparado sus cifras con los registros de Rigoni y comprobamos que Jonathan es mucho más rápido. Tranquilamente podría competir en una prueba de 100 metros llanos”, le comentaron a Olé.

“Nunca me preparé especialmente para eso. Es algo natural. Desde chico siempre fui muy rápido”, le explicó el futbolista a este diario.

Holan considera que la aceleración del extremo puede ser fundamental para perforar a la última línea de Gremio. “Su velocidad es tremenda. Va a hacer mucho daño”, dijo. Menéndez tiene un cambio de ritmo demoledor y Cortez, el lateral que va a tener que encargarse de marcarlo, es lento. El entrenador apostará a lastimar al adversario por las bandas, el punto más débil del contrario. Si bien habrá rotación de posiciones en campo contrario para no darles referencias a los marcadores, lo más probable es que Martín Benítez parta desde la derecha para encarar a Leo Moura o tirar la diagonal hacia el centro con el fin de liberarle el andarivel a Fabricio Bustos. Mediante esa forma se buscará generar superioridad numérica en campo contrario. Maxi Meza, otro peso ligero que además de celeridad aporta gambeta corta, se moverá sin amarras por todo el frente de ataque.

Luan. Ése es el nombre del futbolista que más preocupación despierta en Holan. En Avellaneda tuvo sólo una situación de gol y no perdonó. Se trata de un jugador tan frágil como peligroso. Tan liviano como veloz y desequilibrante. El juvenil de 20 años es el arma letal de Gremio. Juega de falso nueve y siempre se las ingenia para aparecer como un fantasma que queda mano a mano con los arqueros. Nicolás Domingo, un experto en eso de tener que bailar con las más feas, va a tener que encargarse de él. Tal como hizo con Diego en la final ante Flamengo, su función se limitará a tratar de anularlo. Perder la custodia puede ser fatal.

El Rojo tendrá un planteo similar al de la ida. El técnico interpreta que a los brasileños se les gana con intensidad y compromiso de los jugadores ofensivos para ubicarse por detrás de la línea de la pelota ante la pérdida. Todos tendrán libertades a la hora de atacar siempre y cuando se pongan el overol al defender.

Holan considera que los futbolistas rápidos no sólo son clave para desequilibrar: también para retroceder de inmediato cuando la tenga el rival. La teoría ya fue ensayada. Habrá que ver si los jugadores son capaces de llevarla a la práctica. Para abrir a la defensa de Gremio, el técnico apuesta a la Fórmula 1.



Fuente Olé

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