Temperley vs Independiente Foto Juano Tesone
Por Andres Morando
No insista, amigo. Hoy servimos un vermouth, que puede
acompañarlo con unos maníes y/o papitas. El plato fuerte es el miércoles. A eso
de las nueve y media ya puede llegar y buscarse un lugarcito. Ojalá lo
disfrute. Lo esperamos”. Aunque le reitere al mozo que me quedé con cierta
languidez, que la barriga me hace cosquillas, no hay caso, che. El tipo,
mientras baja la persiana del boliche, me despide amablemente con las
palabritas del comienzo. Sin embargo, debo reconocer que la brevísima picadita
me resultó sabrosa a lo largo del primer tiempo. Allí observamos a una versión
alternativa del CAI (muchachos que jamás jugaron juntos) respetuosa del master
plan del señor Ariel Holan, con cinco de los nuestros en posición de gol
(Martínez, Fernández, los debutantes Silvio Romero y Verón y el pibito Asís),
que no lograron convertir merced a ese buen arquero que es Ayala. En el
entretiempo, quizás por el calor y porque el aperitivo estaba a punto, me quedé
tamborileando la mesa y jugando con las cascaritas de los maníes. Y un sopor me
envolvió, tal vez como le sucedió al Rojo en la segunda etapa, que cayó en la
telaraña celeste hasta el pitazo final. La tabla marca que estamos sextos, y
bastante lejos del puntero. Y que la cosecha de puntos debe mejorar. Tampoco ignoro
que ayer, en el Sur, no fueron de la partida Meza, Bustos, Domingo o Benítez,
por ejemplo. Es que ellos serán titulares a la hora del plato principal, en
Porto Alegre. Y, como me sucede desde hace más de un año, confío plenamente en
que dejarán el cuero para levantar nuestra segunda Recopa Sudamericana. Así que
me voy silbando bajito, porque sé que nuestro chef, el señor Ariel Holan, gusta
habitualmente elaborar platillos exquisitos.
Fuente Olé
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