El juvenil resignó parte del dinero que le correspondía
cobrar por la transferencia al Atlanta United, de la MLS, para la construcción
de dos canchas de césped sintético en Villa Domínico.
Ezequiel Barco no dudó. Así como en un Maracaná repleto se
hizo cargo de un penal caliente, que terminó convirtiendo para encaminar a
Independiente a la consagración en la Copa Sudamericana, al momento de arreglar
su salida del club decidió resignar parte de su ganancia para dejar una huella
aún más profunda.
El Rojo vendió al juvenil de 18 años al Atlanta United, de
la Major League Soccer de Estados Unidos, a cambio de 15 millones de dólares
por el 70% del pase. De ese ingreso, un 15% le corresponde siempre al
futbolista transferido, aunque en este caso el pibe surgido en las inferiores
del Rojo resignó parte de ese dinero.
Serán alrededor de 800 mil dólares los que Barco resignará
para un proyecto que la actual gestión ya tenía presupuestado: la construcción
de dos canchas de césped sintético en el complejo de Villa Domínico. Así,
además de la millonaria transferencia, de 30% del pase que todavía queda en
Avellaneda y del inolvidable gol a Flamengo, también dejará su legado para los
pibes que vienen detrás.
Fuente TyC Sports
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