Inmiscuirse en debates de grandeza le queda muy chico a la rica historia de Independiente. ¿Cómo comparar un bote a remo con un transatlántico?, ¿cómo comparar a un elefante con un ratón?, ¿cómo medir al Empire State con un monoambiente? ¡El Rojo es enorme: jugó siete finales de Copa Libertadores y ganó las siete!
La primera fue en 1964 ante Nacional de Uruguay, en la aún llamada Copa de Campeones. Empató 0-0 en Montevideo y ganó 1-0 la vuelta ante 80 mil personas en la Doble Visera, con gol de Mario Rodríguez. Aquel año también se cruzó con Millonarios de Colombia, Alianza Lima de Perú y Santos de Brasil.
En 1965 levantó la segunda copa. Primero despachó a Boca y después jugó tres encuentros ante Peñarol. Ganó el primero por 1-0 con tanto de Raúl Benao. El segundo cruce lo perdió por 3-1 y el tercer partido, en cancha neutral en Chile, se lo llevó en un glorioso 4-1 con gritos de Carlos Pérez, Bernao, Roque Avallay y Osvaldo Mura.
Después de siete años volvió la racha copera, que sería la más importante de la historia. En 1972 el Rojo venció a Universitario de Perú. Primero fue empate sin goles en Lima y ya en Avellaneda triunfó con doblete de Eduardo Maglioni. En esa copa Independiente dejó en el camino a Rosario Central, Independiente Santa Fe, Atlético Nacional, San Pablo y Barcelona de Ecuador.
Tras quedar primero en el grupo A, ganándole a Millonarios y a San Lorenzo, el Orgullo Nacional pisó otra final en 1973. En este caso ante Colo-Colo, en una llave peleadísima. 1-1 en Argentina, 0-0 en Chile y 2-1 en el desempate jugado en Montevideo, con gritos de Mario Mendoza y Miguel Ángel Giachello.
Nuevamente salió campeón en 1974. Luego de ganar la Segunda fase ante Huracán y Peñarol, el Diablo se cruzó con San Pablo de Brasil en la final. Cayó 2-1 en el Pacaembú, triunfó 2-0 en la Doble Visera (goles de Ricardo Bochini y Agustín Balbuena) y el tercer encuentro tuvo a Ricardo Pavoni como protagonista para volver a alzar el trofeo.
1975 sería el ciclo final de aquella racha. Unión Española de Chile se transformó en un contrincante durísimo, después de dejar atrás a Rosario Central y a Cruzeiro. La ida la ganaron los trasandinos por la mínima y la vuelta fue 3-1 para el Rojo con tantos de Percy Rojas, Ricardo Pavoni y Daniel Bertoni. El tercer encuentro y decisivo también lo ganó Independiente: 2-0 en Paraguay, con Ricardo Ruiz Moreno y Bertoni como autores de los goles.
La última final jugada (y ganada, por supuesto) fue en 1984, 9 años más tarde. Un verdadero equipazo consiguió el objetivo. Primero conquistó el Grupo 1, junto a Olimpia de Paraguay, Sportivo Luqueño y Estudiantes de La Plata. En la Segunda fase derribó a Nacional de Uruguay y a Universidad Católica de Chile. En la final se encontró con Gremio y se dieron históricas batallas deportivas. El Rey de Copas ganó 1-0 en Brasil con grito de Jorge Burruchaga y aguantó el 0-0 en Avellaneda para consagrarse otra vez campeón.
Después de este breve pero impactante repaso, ¿cómo van a emparentar la grandeza de Independiente con otras instituciones que apenas decoran sus vitrinas?
Fuente Infierno Rojo
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