La Argentina goleó 4-0 a Estados Unidos y se clasificó a la
final de la Copa América; fue otra actuación convincente del equipo de Gerardo
Martino
Foto: LA NACION / Aníbal Greco
Por Andrés Eliceche
HOUSTON, Estados Unidos.- Cada partido que juega la
selección en la Copa América es un paso adelante. No solo en la estadística,
también en el juego. Y anoche confirmó esa línea con una goleada al equipo
local que la sitúa en otra final, la tercera consecutiva. Otra vez, el más
destacado fue Lionel Messi, protagonista central del 4-0 que le permitió a la
Argentina obtener el boleto a Nueva Jersey, donde el domingo jugará el partido
definitorio del torneo ante el ganador de Chile-Colombia. Aquí, el uno por uno.
Sergio Romero (6): el puntaje se explica a partir de que no
cometió errores, aunque tampoco tuvo demasiado margen para equivocarse. Estados
Unidos no pateó ni un tiro al arco, anotando el récord más triste del
campeonato.
Gabriel Mercado (6): aprovechó muy bien que no tenía a quién
marcar. Pasó al ataque con buen criterio y asiduidad, sobre todo en el primer
tiempo. En el segundo, hasta se animó a rematar al arco desde 40 metros después
de un mal rechazo de Guzan, el arquero rival. Volvió a cumplir.
Nicolás Otamendi (7): su fortaleza física en el uno contra
uno es temeraria. Controló sin problemas a Dempsey y cruzó con acierto a la
espalda de Funes Mori cuando debió hacerlo. Sigue subiendo.
Ramiro Funes Mori (6): otro buen partido del defensor de Everton,
capaz de entregar con acierto las veces que Romero lo elegía para iniciar la
jugada. Volvió a hacer un par de cambios de frente largos con precisión. En
defensa, lo exigieron poco.
Marcos Rojo (6): igual que Mercado, tuvo el campo libre para
subir al ataque cada vez que quiso, ya que no tenía una referencia rival para
marcar por su lado. Se fue lesionado sobre el final, con una contractura, pero
se estima que estará bien para la final.
Augusto Fernández (7): "Volvió a aprender a andar en
bicicleta", lo elogió Martino tras el partido, por lo bien que rindió en
todas la Copa como volante derecho. Ayer no fue la excepción, con marca y
despliegue. Sufrió un pequeño desgarro y no estará en la definición.
Javier Mascherano (6): presencia física y de carácter en el
mediocampo argentino, como siempre. Venía tan cómodo en el partido que en una
jugada del segundo tiempo llegó hasta el área rival a rematar, pero Messi le
cedió mal el último pase. Se rieron juntos.
Éver Banega (8): es el motor intelectual del equipo. Está
tan preciso que falló solo 7 de los 99 pases que intentó dar. Tiene la cancha
en la cabeza: sabe cuándo jugar a un toque, cuándo frenar, cuándo tirar una
gambeta. Atraviesa el mejor momento de su carrera, y se nota.
Lionel Messi (9): el dueño de la pelota. Asistió a Lavezzi
con un toque exquisito, se convirtió en el goleador-récord de la selección con
un golazo inolvidable y le regaló un gol a Higuaín. Otro recital de fútbol del
que mejor lo juega en el mundo. Está a un paso de cumplir su gran sueño.
Gonzalo Higuaín (7): en el primer tiempo hizo un ejercicio
de juego de espalda contra los centrales, que a veces salían a apretarlo entre
los dos. Se cansó de tirar diagonales, su especialidad, y coronó la noche con
dos goles. Llega en racha a la final.
Ezequiel Lavezzi (7): juega en China, y el dato generó
críticas por su convocatoria. En los dos partidos que jugó, contra Bolivia y
anoche, justificó ampliamente su inclusión. abrió el partido con un gol de
cabeza (¿quiso dar un pase?) y picó con acierto cuantas veces hizo falta.
Asistió a Higuaín en el tercero y después vino lo peor: su caída cinematógrifa
terminó en una fractura en el brazo que le hará perderse la final.
Lucas Biglia (6): entró por Augusto Fernández y, con dos
señas cruzadas, se acomodó enseguida a la par de Mascherano. Tiene todos los
boletos para ser titular el domingo en Nueva Jersey.
Erik Lamela y Víctor Cuesta, que jugaron menos de 30
minutos, no fueron calificados.
Fuente Cancha Llena
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