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sábado, 25 de junio de 2016

Argentina: generar la "trampa" para una presión intermedia





Por Christian Leblebidjian

¿Cómo se puede dar la final ante Chile? Antes de Panamá y luego del 2-1 del debut ante el mismo equipo de Pizzi, Gerardo Martino señaló: "Nuestra presión alta no es buena y sí, en cambio, cuando nos paramos más atrás, pero igual las recuperaciones de los dos goles fueron en 3/4 creo." Fue así: las anotaciones de Di María y Banega en el debut ante Chile se generaron por un robo generado en los carriles centrales. El primero, con una presión de Augusto Fernández y recuperación de Banega sobre Aranguis; el segundo, con un corte de Mascherano y el contraataque vía Di María. Puede ser un detalle puntual, pero -en el análisis global- se observa que 6 de los 18 goles que la selección hizo en Estados Unidos fueron por esa vía, generando una presión entre intermedia y alta para, luego sí, aplicar ataques directos para finalizar en dos o tres toques.

Atacar los espacios con varios metros para correr y hacer la diferencia desde la potencialidad de sus características le gusta a la mayoría de los futbolistas argentinos, quizás a excepción de Messi y Banega. Se sienten más cómodos de contraataque, algo que quedó en evidencia también en el ciclo de Alejandro Sabella.

Pero si bien la selección no estaría planificando "disputarle el medio" porque Martino siente que ahí puede perder, también puede generarle "trampas" para que los confiados volantes chilenos (aún con su buena técnica) se equivoquen en la zona donde más (y mejor) recupera la pelota la Argentina. Y una pérdida allí sería un ataque directo más que peligroso. No habría que tomarle las marcas de entrada a los medios porque allí las saltearía Chile, pero sí buscar anticipar el primer pase de los defensores en el momento justo.

Así como Jorge Sampaoli planificó la final de la Copa América 2015 para que el partido se "juegue" en el medio campo, porque entendía que la Argentina era superior a Chile en las dos áreas, Martino cree que sólo dos selecciones están en condiciones de presionar mejor que la Argentina y poner en problemas hasta a Messi: Chile y Alemania. La idea le siguió dando vueltas en la cabeza al Tata durante todo el certamen. Tras la goleada 4-0 a Estados Unidos, Martino comentó: "Hoy elaboramos mejor y presionamos mejor, pero enfrente no estaban ni Chile ni Alemania".

Chile está mejor como equipo que en el comienzo del ciclo de Pizzi, pero incluso ante Colombia demostró que una cosa es cuando Fuenzalida, Vargas y Alexis Sánchez presionan alto y otra es cuando el equipo se retrasa y se agrupa cerca de Bravo. Es cierto que faltaron Vidal y Marcelo Díaz, pero aún con ellos, cuando se retrasa, el medio campo chileno no ofrece mucha resistencia en la contención y la primera línea de oposición puede ser la defensa.

Las faltas pueden ser otro plus para la Argentina. La selección potenció el recurso de la pelota parada, en donde anotó tres goles de tiros libres directos y otros tres entre córners -2- y tiro libre frontal (dos de ellos, de cabeza). El promedio de infracciones por partido de Chile es normal (14,6), pero si la Argentina las "fabrica" cerca del área, le puede sacar rédito. No estará Lavezzi (uno de los principales generadores de foules), pero entre Messi y Banega se las pueden arreglar para hacerlo. Y todos los que suben a cabecear: Higuaín, Otamendi, Rojo, Funes Mori y Mercado, tiene la capacidad de ganar en el juego aéreo ofensivo. En contra, deberá evitar los foules para que Chile ataque con tiros libres frontales.

Con respecto a la salida desde el fondo, si bien Romero ya está advertido para saltear esa primera presión de Chile y la Argentina hoy cuenta con mejores defensores, éstos no deben confiarse a la hora del primer pase. Será preferible el acierto en la entrega simple que una falla en un intento de "pase ganador", esos que rompen líneas.

Argentina deberá moverse con paciencia y teniendo cuidado, sobre todo, en los primeros 25 minutos, cuando Chile juega con una intensidad mayor.

Sin Lavezzi, Gaitán, Augusto Fernández (¿y sin Di María?), Martino se queda sin tres futbolistas que se desdoblan entre la presión intermedia y el ataque a los espacios, pero (en función de las características que pide un choque decisivo), quizás el ingreso de Roncaglia -con un Mercado más adelantado en el 4-2-3-1- sea mejor alternativa que la apuesta por un Lamela intermitente incluso en la intensidad que se necesitará para el cruce final.


Fuente Cancha Llena

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