"Cuanto más lejos estén, mejor", resulta la frase
ideal de un referente del equipo, que sostiene el malestar que evidenció Messi
antes de la final; el quiebre de la relación se había dado mucho antes
Por Andrés Eliceche
Foto: LA NACION
JERSEY CITY, Estados Unidos.- Un integrante del plantel
suelta la frase con naturalidad: "Cuanto más lejos estén, mejor". Su
tono viene envasado con una mezcla de bronca y resignación: se refiere a los
dirigentes. Empieza junio, falta un par de días para el debut de la selección
en la Copa. Lo mejor -en la cancha- y lo peor -afuera- está por venir.
El comentario retoma vigencia ahora que Lionel Messi, nada
menos, le puso palabras concretas a la distancia que existe entre el plantel y
la AFA, o lo que queda de ella. La queja del capitán de la selección por la
demora en la salida del vuelo desde Houston hacia la sede de la final de la
Copa América no fue una reacción aislada: más bien, su post en su cuenta de
Instagram evidenció la bronca contenida.
Hasta acá. "Si querés, después de
la final te digo lo que pienso", se mordió los labios en la charla que
decidió tener con la prensa en el anochecer del viernes. O no tanto: "No
pedimos más que lo mínimo: que podamos viajar bien, descansar y preparar el
partido", se puso firme, sin alterar el tono pero también sin desdecirse.
Lo que hizo, en definitiva, fue ponerle punto y seguido a un conflicto que
explotó en un momento inadecuado. Lo que Messi reclama no cotiza en la faz de
la AFA: quiere orden. Todo después de una convivencia condimentada por una
larga lista de pequeños episodios desatados en esta gira.
La falta de liderazgo en el comando de la delegación quedó
en evidencia en el juego de los reemplazos: entraba uno, salía otro, llegaba
uno nuevo, se iba... Así, ningún interlocutor con el plantel tenía entidad. Es
que los frentes abiertos en la sede de la calle Viamonte hicieron que Claudio
Tapia y Luis Segura -cabezas principales de la dirigencia aquí- fueran y
vinieran a Buenos Aires en medio del campeonato. Hasta sorprendió la presencia
de Juan Carlos Crespi, ex integrante del Comité de selecciones nacionales, que
arribó con el plantel como "invitado". Y si a la comedia de enredos
le faltaba una toma, quedó servida en bandeja ayer, cuando el propio Segura
pasó en un segundo de presidente a simplemente allegado, a raíz de la decisión
de la FIFA de limpiar de un plumazo la conformación del Comité Ejecutivo.
La discusión por el vuelo de regreso a la Argentrina molestó
a varios integrantes del plantel. La dirigencia pretendía volver el lunes a la
noche, en el vuelo que iba a costear la organización. Anoche, al final, la AFA
comunicó que pondrá un avión para salir de Nueva York en la madrugada posterior
al partido.
Los detalles que generaron semejante respuesta se amontonan.
La crisis económica de la AFA obligó al cuerpo técnico a tener que
ingeniárselas para conseguir sparrings.
En cada ciudad debían contactar a un
club local para que armara un combinado de juveniles que ayudara en los
entrenamientos. Así fue pasando de San José a Chicago, Seattle, Boston,
Houston. Ahora, en Jersey City, las fotos con las estrellas se las sacan los
chicos de New York Red Bulls... Las épocas en que viajaban chicos de las
selecciones juveniles argentinas quedaron archivadas por falta de fondos.
Algo similar ocurrió con las comodidades en los hoteles de
las concentraciones. El armado del gimnasio y la sala de juegos en la Mansión
Hayes de San José -donde más tiempo permaneció el equipo-, por ejemplo, fueron
costeados por los sponsors de la selección: "La AFA no tiene un peso para
poner", confió una allegado a la delegación en aquellos primeros días del
viaje. O, tal vez, será que decide invertir el dinero en otros asuntos; uno de
los motivos que rebeló a Messi fue el rumor que les llegó a los jugadores sobre
la llegada de un grupo de 16 dirigentes a ver la final, pagados por la
institución.
"No pedimos más que lo mínimo: que podamos viajar bien,
descansar y preparar el partido"
Lionel Messi
En cambio, la discusión por el premio que cobrarán los
jugadores si ganan la Copa está lejos de cerrarse, aunque falte solo un día
para la final. Si es en pesos, si es en dólares, si lo cobran ahora o en dos
meses? Cuestiones de forma, en realidad: en el fondo, la diferencia descubre
que si antes la relación entre jugadores y dirigentes atravesaba la era de
hielo, los enojos y el fastidio de este mes la transformó en un glaciar.
En este mes de gira hubo también una escena más digna de
contingente de turistas que de una selección top a nivel mundial: los jugadores
haciendo tiempo en el lobby de un hotel, esperando que las habitaciones
asignadas estuvieran disponibles para entrar. Acostumbrados a la atención que
reciben en sus clubes europeos, aquí no dejan pasar esos detalles. Una
exageración que nace del fastidio acumulado.
"Feliz cumple, amigo. Siempre la pasamos en la
concentración. Ahora en un micro y sin cenar. Te quiero"
El comentario de
Kun Agüero en su cuenta de Instagram le había puesto el jueves más picante al
estallido de Messi. El saludo a su compañero se había publicado desde el bus
que los trasladaba al hotel: llevaban ya dos horas de retraso. La cena,
prevista para las 22.30 en el hotel, hacía rato se había enfriado. Lo más
caliente, aunque resultara difícil de imaginar, todavía estaba por servirse.
Fuente Cancha Llena
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