Independiente jugó un partido pésimo en su debut en la Copa
Libertadores y en gran parte fue por el bajo nivel de las sociedades que busca
Ariel Holan.
Desde que está el DT, ante Deportivo Lara debió haber sido
el peor partido y en gran parte se debe al bajo rendimiento colectivo y al
engranaje general.
Por el lado derecho del ataque, ni Fabricio Bustos ni
Maximiliano Meza tuvieron un buen partido y algo similar sucedió por el sector
de la izquierda con Juan Sánchez Miño y Jonathan Menéndez. El conjunto rojo
careció de ideas por los costados de la cancha y perdió su clásica intensidad.
Sin juego en los extremos, en un campo de juego que lucía
impresentable, el Rojo buscó por el medio con Martín Benítez y Fernando Gaibor.
El misionero intentó en reiteradas oportunidades y fue de lo mejor del Rey de
Copas, pero nunca pudo gravitar, exceptuando dos tiros desde afuera del área.
Lo del ecuatoriano fue distinto, ya que jamás se lo vio cómodo y no tuvo
influencia alguna en el juego.
Sin sociedades firmes y con individualidades faltas de
confianza, se vio un Independiente totalmente distinto al que Holan tiene
acostumbrado a sus hinchas. De todas maneras, fue el primer encuentro del grupo
y aún queda margen para escalar posiciones.
Fuente Infierno Rojo
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