Por Andres Morando
Esa caricia a colocar de Martín Benítez, justo ante
Millonarios, cotiza en oro, o, mejor dicho, en oro Negro. En una noche en la
que el Libertadores despidió al gran Rubén Galván, aquel 5 aguerrido, ejemplo a
seguir por todos los aspirantes al puesto, multicampeón con el Rojo y del mundo
con la Selección, el CAI salió a imponer condiciones y llevarse puesto a los
colombianos. Por eso, les llegó seis veces en 23 minutos. Una vez lograda la
ventaja, el equipo sacó el pie del acelerador y comenzó a regular. Y aunque en
el segundo tiempo no logró generar el juego inicial (tal vez se debió que fue
el tercer partido en 11 días con el mismo equipo), justificó la victoria por la
enjundia del comienzo. Era vital ganar en casa para comenzar a jugar Nuestra
Copa en serio y olvidarse del mal paso en Venezuela. Altos puntos fueron
Fabricio y Maxi, a quienes felicito por sus convocatorias (al igual que la
Araña Oriental). Y a propósito, sería bueno recordar que la última selección
campeona del mundo en el 86 contó con tres cracks del CAI: el Maestro, el
Gringo Giusti y el Negro Clausen (además de Burru, hombre de la casa).
Entonces, de cara a Tigre, el objetivo será el de disimular sus notorias
ausencias. Mientras tanto, la tablita del grupo ya se ve mejor...
Fuente Olé
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