Por Favio Verona
El volante de Flamengo es prioridad para el 2018, tanto para
el DT como la dirigencia. En Brasil es negociable...
Si Holan y los dirigentes se ponen de acuerdo para seguir en
el 2018, el primer nombre que aparecerá sobre la mesa cuando empiecen a hablar
de refuerzos será el mismo: Federico Mancuello.
El volante, un viejo conocido de la casa, justamente juega
en Flamengo. Sin embargo, su continuidad en el subcampeón de la Sudamericana
está en duda; de hecho, no fue parte de ninguno de los dos duelos de la final.
El zurdo sufrió la llegada de refuerzos y en el último semestre perdió lugar en
la consideración de Reinaldo Rueda: apenas jugó ocho partidos y sólo fue
titular en tres. Además, el Fla mantiene una deuda de 2.000.000 de reales con
Independiente, casi 600.000 dólares de los 3.000.000 por los cuales fue vendido
el 90% del pase del jugador en enero de 2016.
No es la primera vez que Holan tiene a Mancuello en su
cabeza. Durante el último verano, apenas asumió el DT, el nacido en Reconquista
fue una de las prioridades para armar el nuevo plantel, pero el monto pedido
por el Flamengo estaba fuera del alcance del Rojo. Ahora la situación deportiva
es diferente y, en la previa de la primera final en el Libertadores de América,
el volante demostró sus ganas de pegar la vuelta: “Independiente es mi casa y
algún día voy a regresar”.
Sin embargo, la principal traba sería la relación entre los
dirigentes de los clubes. Los incidentes provocados por los hinchas brasileños
en Río de Janeiro -los enviados del club de Avellaneda se levantaron de la cena
de camaradería cuando se enteraron de lo que estaba pasando en el hotel- sumado
a la negativa del Fla de entregar más entradas para los simpatizantes del Rojo,
son factores que pueden llegar a complicar la transferencia.
Sin embargo, ante la inminente salida de Barco, el nombre de
Mancu es el primero en aparecer sobre la mesa. De 28 años, y categoría probada
en el club, no tendría problemas en acomodarse como volante, tanto por
izquierda como por el centro.
Fuente Olé
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