Lanús jugó mejor que Independiente y le ganó con justicia
con gol del pibe Lodico tras pase de De la Vega. El Rojo, que venía de tres
victorias al hilo, bajó el nivel en relación a los últimos partidos. Holan,
inédito, hizo tres cambios al mismo tiempo.
Lodico festeja y el Rojo sufre(Marcelo Carroll).
Los corazones rojos se paralizaron en el instante en que
Martín Campaña, tras un pase exigido, se atrevió a realizar un sombrerito
frente a un rival. Cuando volvía la respiración, tras una pelota perdida con
ingenuidad por Silva, los hinchas del Diablo se alteraron al ver correr al pibe
De la Vega. Peor cuando Lodico, otro ingresado desde el banco, facturó...
¿Puede perder de esa manera un equipo que venía de tres
victorias seguidas contra un adversario que, lejos de la versión de un año
atrás, apenas había ganado un match en el campeonato? Sí. Esa jugada no resume
lo que fue el partido. El Grana, con orden e intensidad, fue superior a
Independiente. Quizá sólo porque puso concentración y esfuerzo ante un rival
que claramente bajó su prestación.
Independiente tuvo escasa aceleración y precisión. Todo eso
junto, más que un problema táctico, devino en su derrota. ¡Cómo explicar la
reacción de Holan, de realizar tres cambios simultáneos a los 17 minutos del
segundo tiempo! Hubo puntos bastante bajos: Gastón Silva, Sánchez Miño, Silvio
Romero, Pablo Hernández, Gaibor y, luego de los ingresos, Cerutti.
Precisamente tras las modificaciones fue cuando el Rojo
mostró su mejor versión, no alta, de la noche, y llegó el tiro al palo tras un
desmarque de Figal que continuó con un rebote.
Eso no cambia que Lanús fue el más dinámico y confiado en la
elaboración, con algunas buenas jugadas del Laucha Acosta, las subidas de
Pasquini y sobre todo el buen concepto de Marcelino Moreno.
Independiente perdió la batalla en el momento que podía
capitalizar el empate del líder Racing ante Banfield. Quedó a ocho puntos,
larga distancia, no indescontable pero sí bastante amplia para recuperar para
un equipo que demostró baches. Algo grave ante un adversario que no acumulaba
antecedentes de exponerse como un cuco.
Fuente Olé
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