Por Ramiro Supph
A falta de confirmación oficial, todo está acordado para que Marcos Díaz ataje en un club español.
La salida de Martín Campaña dejó un hueco que no será fácil
de llenar. Pusineri lo sabe, y sobretodo considera que todo equipo ganador
necesita de un arquero de jerarquía.
Por eso es que, ni bien abrió el mercado de pases, hizo
llegar la lista de una serie de arqueros que le interesaban para ocupar el arco
del rey de copas.
En los comienzos, la obsesión se llamó Pedro Gallese.
Descartado por su alto contrato.
Luego fue Agustín Rossi quien estuvo particularmente cerca
por momentos, pero las dirigencias de Boca e Independiente nunca llegaron a un
acuerdo que convenga a ambas partes.
Álvaro Montero, quizá por quien más insistió el director
técnico del rojo, terminó siendo descartado ya que Deportes Tolima, dueño de su
pase, elevó una cifra inalcanzable para la actualidad financiera de
Independiente.
Existieron charlas. Hubieron ofertas. El colombiano quería
venir, pero no hubo caso.
Inmediatamente a la descartada llegada del cafetero, cobró
mucha fuerza el nombre de un arquero que había sido ofrecido ni bien había
comenzado el libro de transferencias: Marcos Díaz.
Libre. 34 años. Buen pasar por Boca, con experiencia y voz
de mando. Todo parecía indicar que al fin Pusineri había encontrado a su tan
ansiado arquero.
Pasados los días la firma se fue dilatando, y se pudo
conocer que desde la CD nunca estuvieron dispuestos a aceptar el alto contrato
que significaba incorporar a Marcos Díaz. Hubo acercamientos, realmente los
hubo, pero cuando desde su entorno estaban dispuestos a aceptar y viajar desde
España a la Argentina, la propuesta era retirada. ¿Por qué? Para evitar los
errores del pasado y no firmar un salario impagable que podría significar un
problema a futuro.
Por supuesto, cansado o más bien necesitado de tener club,
tanto el jugador como su entorno tomaron una decisión. Buscar otro horizonte, y
descartar a Independiente.
A estas horas todo estaría dado para que desembarque en el
fútbol español, más precisamente en el Leganés FC, equipo donde dirigió
Mauricio Pellegrino y que, indudablemente tiene una capacidad financiera
inalcanzable por cualquier equipo del fútbol argentino.
Tachen a Díaz.
Fuente La Visera

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