El paraguayo, ahora en Guaraní, disparó munición gruesa contra el Rojo, habló de la “vergüenza” por el clásico perdido ante Racing y agradeció haberse ido de Avellaneda. Acá, todas sus bombas.
Cecilio Domínguez se marchó de Independiente hace algunas semanas, en medio de un conflicto salarial con el club. A pesar de los encontronazos, el Rojo vendió su ficha al Austin FC de Estados Unidos, evitando que se considere jugador libre y el arranque de una batalla judicial entre las partes.
Ahora, a préstamo en Guaraní hasta diciembre -su nuevo equipo hará el debut en la MLS la próxima temporada-, el paraguayo disparó este lunes munición gruesa contra Independiente. Habló de la "vergüenza" por el clásico perdido ante Racing y agradeció haberse ido de Avellaneda.
"Estoy mucho mejor que lo que viví en Argentina, en Independiente, sin dudas. Creo que cualquier lugar es mejor que estar en el momento que estuve en Independiente. Más allá de la gente, que tiene toda la razón de opinar, silbar o apoyar, dirigencialmente fue lamentable estar ahí", arrancó Cecilio.
El delantero volvió a disparar:
"Nunca tuve trato con la dirigencia. Todo el mundo habla de la compra más cara, pero después deja mucho que desear el no estar ahí en el momento, de no cumplir con los jugadores, faltar a su palabra, muchas cosas. No le cumplieron a nadie. Desde que llegué hasta que me fui, la verdad que fue lamentable".
Para Domínguez, el último clásico perdido contra Racing, que terminó el partido con nueve jugadores, marcó un antes y un después para el equipo:
"Después de ese clásico, no queríamos salir a la calle ni cruzarnos con nadie, porque nos puteaban. Era muy difícil. Sentíamos muchísima vergüenza, nos ganaron con nueve hombres. En la calle, la gente nos decía de todo. A partir de ahí fue todo peor", contó en 90 Minutos de Fútbol (ESPN).
En el último mercado, antes de que se confirmara su venta al fútbol estadounidense y la posterior cesión a Guaraní, sonó dentro de los nombres que se barajaban en el posible trueque de jugadores entre Independiente y Boca, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto.
De aquello también habló el paraguayo:
"Ojalá me hubiera llamado Román. No me llamó, pero me encantaría. Ahora tengo todo planeado y firmado, pero en ese momento si me llamaba Román no dudaba", cerró.
Fuente Olé
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