Por Aldana
Valdez
1975 – En Avellaneda se enfrentaron Independiente y
Cruzeiro, y antes de decirles el resultado en frío, presentemos la situación:
estamos en la Copa Libertadores de 1975, el “Rojo” como defensor del título y
tricampeón, buscando la sexta de su historia, y la cuarta consecutiva para ser
record absoluto superando a Estudiantes. El partido era el último de la segunda
fase de la Copa o fase de semifinal, a la cual el “Rojo” entraba directo por
ser campeón como marcaba el reglamento, y como lo hicieron cada equipo campeón
a lo largo de la historia de la competición. Esa semifinal estaba integrada por
3 equipos: Independiente, Cruzeiro y Rosario Central.
El primer partido, los de Avellaneda lo perdieron en su
visita a Rosario, el segundo encuentro fue nueva derrota en Brasil, en el
tercero venció, en Avellaneda, 2 a 0 a Rosario Central, y el que se celebra en
esta fecha fue el cuarto y último de la llave.
Tres días antes, Cruzeiro había tenido la chance de
clasificar ganando o empatando, pero fue derrota frente a los rosarinos, por lo
cual la tabla estaba: Rosario Central con 4 puntos y diferencia de gol 0,
Cruzeiro con 4 puntos y diferencia de gol -1, y el “Rojo” con 2 puntos y
diferencia de gol -2. Con este panorama, para quedar líder y pasar a la final
de la Copa, a Independiente solo le servía ganar por 3 a 0 o más goles, y si
Cruzeiro convertía un tanto, Independiente tenía que convertir 5.
El rival, Cruzeiro, no era nada sencillo, sino que se
trataba de un equipo maravilloso. Varios de sus jugadores como Nelinho, Piazza y Palhinha eran integrantes
de la Selección de Brasil, algunos ya campeones del mundo. Ese equipo de Cruzeiro sería campeón de
la Libertadores de 1976 frente a
River, y finalista de la Copa 1977 perdiendo contra Boca
(por penales).
Planteada así la escena, y a sabiendas que estamos hablando
del “Rojo” de la década del ´70, el equipo más campeón de la historia Argentina y uno de lo más
campeones del mundo, forjado a imagen y semejanza del equipo también
multicampeón de mitad de los ´60, conocedor de las hazañas del ‘30 con el
equipo más goleador de la historia, y las hazañas de los ´50, por ejemplo
goleando al mismísimo Real Madrid, quíntuple campeón de Europa, ¿Hace falta que
les diga como terminó el partido? Y sí lectores, el Rey de Copas y emperador de
América, le hizo los 3 goles necesarios al Cruzeiro.
Se detuvieron los corazones rojos al minuto de juego, porque
Nelinho estrelló la pelota en el travesaño, pero Independiente se acomodó y con
el correr de los minutos acorraló a los brasileros. A los 34 minutos le
cometieron penal a Commisso, y abrió la cuenta ejecutándolo el “Chivo” Ricardo Elbio Pavoni, como cuando nos dio la Libertadores del ´74
frente a San Pablo, y como cuando más se lo necesitó en la historia, como siempre
Pavoni, ya en la etapa final de su carrera, con un dolor de brazos
impresionante de levantar copas por todo el planeta vestido de rojo. A los 66
minutos se dio el segundo en los pies de Daniel Bertoni, cada día más ídolo del
club con tan sólo 21 años, ejecutando un córner olímpico, tal cual leyeron, gol
olímpico para que explote La Doble Visera y soñase con el milagro, gol olímpico
como el que le hizo a Peñarol en 1974 en la copa anterior. A los 75 minutos, un
nuevo córner que pateó Pavoni, todo Cruzeiro metido abajo, y todo el “Rojo”
(salvo arquero y un defensor) se metió al área rival, cae el centro del “Chivo”
y es el “Negro” Ricardo Ruiz Moreno quien saltó más que todos para meter un
cabezazo directo al gol, haciendo que el estadio sea un verdadero infierno, un
grito de fuego de las 60.000 personas presentes, y el “Rojo” demostrando una
vez más que la mística existe, sin dudas que existe, y era toda roja.
Los 11 de esta victoria épica fueron: Pérez; Commisso, Sá,
Semenewicz, Pavoni; Percy Rojas, Galván, Bochini; Balbuena, Ruíz Moreno
(Giribet), Bertoni, con el DT Pedro Dellacha. 4 puntos y diferencia de gol +1
para quedar como líder y pasar a la final, en la cual nos esperaba Unión
Española de Chile, que había eliminado a Universitario de Perú y la Liga de
Quito.
Para ir cerrando, quería contarles, por si alguno no lo
sabe, que el famoso cuento “Independiente, mi viejo y yo”, del reconocido
escritor argentino e hincha de Independiente Eduardo Sacheri, está inspirado en
este partido frente al Cruzeiro, solamente que el escritor lo utiliza como
cotejo de una hipotética final en la cual el “Rojo”, con la victoria, se
consagró campeón.
Les dejo para que escuchen el relato de José María Muñoz de
aquellos 3 goles, está permitido temblar como tembló la gente y el estadio ese
día. Y también el cuento mencionado de Sacheri en la voz de Alejandro Apo.
Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña
Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles
Fuente De la Cuna al Infierno
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