Por Christian Ginko
Independiente
derrotó 1-0 a Olimpia por el Trofeo Reyes con gol de Alex Luna.
Y llegó el día
nomás. No fue en un partido oficial, pero Julio Vaccari tuvo la posibilidad de
mostrar su equipo ante la gente. Frente a Olimpia en un amistoso a puertas
abiertas, Independiente consiguió un triunfo que dejó buenas sensaciones.
De arranque, el
Rojo propuso el juego. A puro toque, empezó a tratar de romper líneas, y por
momentos lo lograba. Santiago López y Santiago Hidalgo eran las cartas secretas
del ataque, esos revulsivos que se animaban para sorprender al rival.
Sin ir más lejos,
Hidalgo se animó con un drible de izquierda a derecha que derivó en un buscapié.
Lastimosamente, nadie acompañó, pero fue una buena jugada individual cuando no
pasaba nada en el partido.
Para la segunda
parte, Vaccari probó poniendo a Iván Marcone, Lautaro Millán, y Alexis Canelo
por Jhonny Quiñónez, Lucas González, y Santi López. La idea era clara: evaluar
el cambio de ritmo y de funcionamiento que le podían aportar.
Entonces,
llegaron las mejores conexiones. Con un mediocampo más dinámico, Independiente
comenzó a desequilibrar la cancha, y las situaciones empezaron a llegar.
Hidalgo, tras un pase de Gabriel Ávalos, estrelló la pelota en el palo, y luego
Millán cabeceó desviado luego de un centro de Canelo. El Rojo avisaba.
Fueron pasando
los minutos, y el DT probó con los ingresos de Rodrigo Márquez, Federico
Mancuello, y Alex Luna por Hidalgo, David Martínez, y Ávalos. El Diablo siguió
creciendo, y poco a poco se fue acercando.
Así, promediando
los 25 minutos del complemento, una jugada por izquierda le quedó al Chila.
Márquez envió la pelota al medio, y fue Luna el que le pegó. Luego de un
rebote, el ex Atlético Rafaela remató de nuevo y marcó el 1-0.
Con el triunfo,
Independiente siguió siendo más. Luego de una clara que el arquero le sacó a
Millán, el entrenador los sacó a él y a Damián Pérez para que ingresen Gabriel
Neves y Adrián Spörle. Así, siguió evaluando jugadores.
El último cambio,
ya sobre el final, fue Julio Buffarini por Santiago Salle, pero al partido no le
quedaba mucho. Cuando Pablo Echavarría pitó el final, el Rojo consiguió un buen
triunfo. No por el resultado, sino más bien por el rendimiento. Fue de menor a
mayor, y terminó superando al rival con asociaciones interesantes que llevan a
ilusionarse. Falta mucho todavía, pero los hinchas se pudieron ir con buenas
sensaciones del equipo. A seguir así.
Fuente Infierno Rojo
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