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lunes, 29 de julio de 2024

Que sepa abrir la puerta para ir a jugar…

Villa, imparable para la defensa roja.

 


Por Nahuel Lanzillotta


Independiente involuciona y le facilita la invitación a cualquier rival para que lo ataque con muchas libertades. Tres partidos después, Julio Vaccari todavía no logra que su equipo asome.

 

El ciclo de Julio Vaccari todavía no comenzó. O al menos eso pensaría cualquier distraído que no está muy al tanto de las novedades futbolísticas de los equipos Argentinos. Es que nada se ve del sello de su entrenador en tres partidos y un mes de trabajo. Independiente sigue coleccionando actuaciones preocupantes con involuciones de una fecha a otra que invitan a cualquier rival a animarse.

 

El Rojo es esa señorita de San Nicolás que sabe abrir la puerta para ir a jugar. Este Independiente de Vaccari le deja la puerta abierta de la defensa de par en par a todo equipo con el que se enfrente. Como en el “Arroz con leche” el cuadro de Avellaneda es un canto a la siesta en cada una de sus presentaciones y hace todo lo posible para facilitarle el trabajo a su oponente.

 

En Mendoza fue más de lo mismo. Otra vez los protagonistas fueron los desajustes de mitad de cancha hacia atrás y la poca profundidad en ataque. Y otra vez esas cuestiones le costaron puntos, algo que lo va tirando hacia el fondo de la tabla y lo va alejando de la clasificación a las Copas de 2025.

 

Principalmente de un jugador puntual se tenía que cuidar el Independiente de Avellaneda ante el Independiente cuyano: Sebastián Villa. Y fue justamente el colombiano el que tuvo vía libre para sentirse Mbappé y mandarse con campo abierto para hacer el gol del triunfo.

 

No tiene mucha explicación la jugada que terminó definiendo el partido del sábado por la tarde. El Diablo se volcó en ataque sin criterio. Sus defensores centrales subieron por demás. Se olvidaron todos de los recaudos por un posible contraataque. Alex Luna, de flojo encuentro, mandó mal el centro y fue interceptado por el arquero, que rápidamente leyó el campo y sacó sin perder tiempo.

 

La pelota le cayó a Ezequiel Ham, que también fue inteligente y en un golpe de vista supo lo que tenía que hacer: habilitar a Villa. El ex Boca salió disparado entre los improvisados centrales que eran Santiago Salle y el propio Luna. Entre ellos dos hubo espacio suficiente para la entrada cómoda de Villa que definió al 1-0, que luego fue definitorio.

 

Mal parado, desacomodado, desordenado, desfigurado. Independiente no corrige sus macanas. Le pasó en los tres duelos de esta era Vaccari. Se sigue viendo un equipo largo, con jugadores desbordados que entregan mucha ventaja y espacios a sus rivales. La postura y actitud se asemeja mucho a la de un equipo que refleja un fin de ciclo, aunque lo extraño de esto es que este entrenador recién está comenzando su aventura con el buzo rojo.

 

A los pocos minutos de esa acción que terminó con Rodrigo Rey yéndola a buscar al fondo de su arco, se dio otra muy similar, nuevamente con un jugador de Independiente Rivadavia mandándose sin peaje alguno entre los centrales. Fue el paraguayo Fernando Romero, que terminó anotando. Era el 2-0, pero fue anulado correctamente por un leve offside, pero offside al fin.

 

Comete errores y los repite. Les abre la puerta de par en par a sus adversarios para que tengan libertad para jugar. Un problema sin solución que, más allá de las falencias individuales, resulta ser un drama estructural que viene desde el mediocampo.

 

Vaccari modificó el esquema. En Mendoza planteó un 4-2-3-1 flexible. Es que David Martínez acompañaba a Iván Marcone en el círculo central para la contención, pero se soltaba como interior derecho a la hora de jugar. Luna arrancó entonces centrado, ubicado por detrás de Alexis Canelo, el ‘9’ elegido para reemplazar a un bajo Gabriel Avalos.

 

Una sola chance de gol clara lícita tuvo en todo el partido el Rojo. Fue una escalada de Adrián Sporle por la izquierda, el centro y el cabezazo desviado de Santiago Hidalgo. En el final de la primera parte había tenido el empate en la única hilvanada correctamente por una seguidilla de pases entre Hidalgo, Santi López, Sporle y Canelo, pero el delantero estaba apenas adelantado.

 

Vaccari prueba y prueba. De partido a partido y dentro del mismo partido. Este sábado fue rotando a los volantes. Santi López empezó por la derecha y luego trocó de punta con Hidaldo. Para el segundo tiempo, Hidalgo cambió con Luna y pasó al medio. Nada resultó. Nada le dio mayor claridad. Tampoco el ingreso de Santiago Toloza, después de cuatro meses. Tampoco el doble ‘9’ cuando entró Avalos (¿era Hidalgo el jugador a salir?).

 

Independiente no solamente no sabe a qué juega sino que ayuda a sus rivales de turno a saber lo que tienen que hacer. Les abre la puerta para ir a jugar. No tenemos certezas pero tampoco dudas, aquella famosa señorita de San Nicolás del “Arroz con leche” vestía de rojo.

 

 

Fuente Infierno Rojo


 

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