Por Javier Brizuela
Rodrigo Rey (7):
En el primer tiempo solo tuvo que salir rápido en un par de ocasiones, y lo
hizo correctamente. En el complemento salva a los 64 con una atajada que va
derecho a las mejores del año en el especial de Lavecchia. Con eso, cumplió con
creces.
Santiago Salle
(4.5): Si bien se podría decir que mejoró un poco, le volvió a costar mucho. En
parte por el sistema, que hace que quede en desventaja, y en parte porque le
falta. En lo que no le falta, es en dejar todo en la cancha, y eso es positivo.
Juan Fedorco
(5.5): Jugó condicionado todo el partido ya que a los 10 minutos fue amonestado
luego de dos duras entradas. No cometió grandes errores, pero tampoco brindó
mayor seguridad.
Joaquín Laso
(5.5): Mejoró respecto al partido pasado, tampoco era tan difícil. No tuvo
mayores problemas contra los delanteros rivales, incluso cuando llegaban con
espacios de contra.
Damián Pérez (5):
Tuvo una llegada al fondo peligrosa a los 32, pero el arquero le tapó el
centro. Diez antes, luego de una serie de rebotes, le quedó al borde del área y
no le pudo dar con precisión hacia el arco. También le cuesta a veces la marca,
porque queda en desventaja.
David Martínez
(6): Volvió a ser de lo mejorcito, más que nada por su sacrificio. Tuvo un
ataque a los 43, pero sin suerte para definir en su cabezazo.
Iván Marcone (5):
Pudo hacer algo más de pie que en Córdoba, pero sigue sin verse su mejor
versión. Tuvo una chance en un córner, pero no consiguió definir.
Lucas González
(3): El Saltita jugó la primera parte, en un nivel muy pobre. Casi no participó
del desarrollo, muy tibio. La única que le quedó, al borde del área, la mandó
muy arriba.
Alex Luna (6): En
medio de una mediocridad generalizada, volvió a ser de lo más aceptable.
Movedizo, fue en algunos pasajes el único que podía romper líneas y desbordar
la defensa rival. Buen pase para el Tata en el área a los 40.
Santiago López
(5.5): Volvió a ser lo poco que ilusiona del equipo, sin explotar. En algunas
ocasiones, quedó posicionado pero no pudo dominar y definir, como a los 33 que
se la tocaron justo. Sigue sumando minutos, experiencia y rendimiento.
Gabriel Ávalos
(4): Sufrió otra vez el desarrollo, quedando muy solo y aislado. Lo tuvo a los
74, ganando en un córner, pero entre Moyano y el travesaño le ahogaron el
grito.
Santiago Hidalgo
(5.5): Jugó la segunda etapa por González. Se lo vio nuevamente muy enchufado,
con ganas de que este sea el puntapié definitivo para su despegue, ojalá lo
logre.
Federico
Mancuello (4.5): Entró por Luna a los 69. A los 81 tuvo el gol con un tiro que
se desvío y descolocó al arquero, pero Moyano tirado en el piso la sacó con un
manotazo salvador. No se entiende su ingreso, que le dio más lentitud al medio.
Alexis Canelo:
Ingresó por Ávalos a los 78. Luchó y ganó alguna de arriba, pero nada más que
eso, al igual que Ávalos.
Rodrigo Márquez:
También a los 78, él por López. No pudo generar riesgo y las veces que intentó,
la perdió.
Julio Vaccari:
Nueva decepción del equipo, mostrando las falencias de siempre, esta vez en
casa ante un equipo flojo.
Mejoró un poco
teniendo en cuenta el partido pasado, sobre todo en cuanto al posicionamiento y
la intensidad para presionar. Y también es verdad que mereció ganar, porque lo
buscó más que su rival. Pero quedarse con eso es tan chiquito como la
generación de fútbol y chances de riesgo del equipo.
Sigue sin
prevalecer, ni poder crear nada similar a ocasiones elaboradas, a pesar de
tener una mayor predisposición para ir al ataque.
Fuente Orgullo
Rojo
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