Por Nelson Laffitte
Independiente perdió 3-0 el Clásico de Avellaneda con una
actuación nefasta y totalmente dolorosa. Un equipo que jamás encontró los
caminos, que apenas entró en contacto con la pelota y que por tercera vez en el
semestre defraudó a los hinchas. Malos rendimientos individuales y pésimo
funcionamientos general, el Rojo no consiguió sociedades, no mostró rebeldía,
perdió en toda la cancha y recibió una goleada inesperada en el Presidente
Perón. Una vergüenza por donde se lo mire, negociaron la actitud.
Fuente Infierno Rojo
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