Por Tomas Prioli
Independiente fue bailado por Racing en el Cilindro y perdió
por 3-0. El Rojo jugó el peor clásico en
mucho tiempo, y de no ser por su arquero, hubiese sufrido un peor resultado.
Desde el comienzo del partido se vio claro quien iba a ser
el ganador, un Racing que salió a llevarse puesto a Independiente y en menos de
dos minutos hizo volar a Campaña con un tiro libre de Bou. Los dirigidos por
Milito tardaron 15 minutos en tomar
contacto con la pelota y frenar el asedio del local, aunque sin llegar con riesgo
para el arco de Orión.
El primer gol de la noche llegó a los 23 minutos, cuando el
partido se estaba emparejando un poco, Lisandro López se hizo con la pelota
cerca del área y ante la pasividad defensiva sacó un remate fuerte el primer
palo que Campaña tardó en ver y cuando se tiró ya era tarde. Racing continuó
manejando el partido a gusto y el arquero de Independiente siguió tapando
pelotas, como un cabezazo de López que apareció sólo por el segundo palo. La
única jugada de riesgo que generó el Rojo fue un centro de Sánchez Miño que
Denis conectó muy bien, pero Orión mandó al córner. Nada más, en 90 minutos de
juego. Tristísimo,
El nefasto primer tiempo del equipo hacía creer que el
entretiempo iba a traer cambios, pero el DT no lo vio así y le dio más minutos
a Benítez, por ejemplo, que se las ingenió para hacer todo mal durante su
estadía en cancha. Tres minutos tardó Racing en terminar de liquidar el
encuentro, Ortiz se hizo un nudo insólito en la salida, la perdió con Aued que
habilitó a Bou que hizo lo que quiso en el área hasta que decidió rematar
fuerte para dejar sin chances al arquero, ahí murió el partido.
A los pocos minutos llegaron los tardíos cambios de Milito,
Pellerano y Benítez abandonaron la cancha para dar ingreso a Rigoni y Vera, que
no pudieron hacer absolutamente nada. El tercer y último gol (gracias a
Campaña) llegó desde los 12 pasos, Tagliafico le cometió falta a López y el
propio delantero lo convirtió.
Nada más por destacar, solo decir que los jugadores nos
volvieron a fallar en un partido importante, pareció que se jugó sin ganas y el
partido lo ganó el equipo que se llevó al rival por delante y disputó un
clásico como se debe. Como antes no tenía acostumbrados a jugarlos
Independiente, lamentablemente hoy fueron ellos los que lo jugaron así. Por
supuesto que hay ciclos cumplidos desde hace tiempo y el partido de hoy traerá
cambios en el plantel de Independiente. La dirigencia tampoco se salva de esto,
armaron un equipo que no está a la altura del club, obviamente Milito también
tiene culpa de este presente, pero no es el mayor ni único responsable.
Fuente Orgullo Rojo
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