Trejo sufrió lesiones en las rodillas y fue apartado por
Almirón, pero se recuperó y volvió a jugar en Primera. Ahora, quiere su
bautismo goleador en el clásico...
Por Fabián Rodríguez
El 2014 fue un año fatídico para Juan Manuel Trejo.
El 24 de marzo se rompió el ligamento cruzado de la rodilla
derecha, se recuperó y el 23 de noviembre, en la Bombonera, sufrió una
distensión ligamentaria en la pierna izquierda en el duelo preliminar. Y siguió
mal en 2015:
Almirón lo apartó del plantel.
Entonces, el Tucu se entrenó por su cuenta en Domínico e
integró la Reserva, antes de ser considerado por Pellegrino.
El 19 de julio
entró ante Temperley y jugó oficialmente luego de 22 meses. Ahora, tras ser
titular contra San Martín y Huracán, tendrá la chance de estar desde el inicio
en el clásico frente a Racing por la lesión de Cebolla Rodríguez.
-¿En qué momento de tu carrera te encontrás?
-Después de tanto tiempo y de vivir una etapa muy dura en mi
vida me siento bien. Los partidos de Reserva me dieron continuidad porque yo no
había hecho pretemporada y me tocó entrenar por mi cuenta en Domínico. Cuando
mejoré, hablé con Fernando Berón, el técnico de Reserva, y él me dio la
oportunidad de agarrar rodaje y confianza.
-¿Te aferraste a la ilusión de jugar nuevamente?
-Tuve una lesión, me tocó ser operado y me costó regresar.
Sentía que no estaba al 100%, pero jugué tres partidos con el Selectivo de
Gabriel Milito y me lesioné de nuevo. Fue un momento duro, pero traté de estar
tranquilo y laburar, de hacer lo mejor posible porque a muchísimas personas les
gustaría estar acá. Sé que represento a un grande y es una alegría estar en el
plantel profesional. Ahora, trato de ganarme un puesto y jugar.
-Pellegrino te destacó...
-Es un orgullo que hable bien de uno. Más sabiendo lo que
dirigió, sabe mucho y me está dando rodaje. Necesitaba agarrar ritmo porque en
Primera el juego es dinámico y tenés que pensar rápido y no cometer errores, ya
que se pagan caro. Por eso, hay que estar preparado física y mentalmente.
-Volvés de titular y cometés el penal en San Juan, ¿cómo
reaccionaste?
-Al principio me sentía mal. Igual, creo que no fue penal
porque se me tira encima Ledesma. Entonces, me pasaron muchas cosas por la
cabeza. Desde mi debut en Primera con el Tolo Gallego hasta los momentos de mi
lesión. Y me dije: “¡No me puede estar pasando esto!”, pero me di cuenta que lo
peor había quedado atrás y pensé: “No se termina acá, hay que seguir”.
El entrenador te coloca por ambos sectores, ¿cómo te
acomodaste?
-Uno se acostumbra a cada puesto. En Reserva llegué a jugar
de volante interno. Yo juego en la posición que el técnico decida.
-Y por derecha te favorece el perfil para patear.
-Sí, para encarar hacia adentro y pegarle al arco. Espero
que se dé el gol en algún momento. Quiero que llegue para poder gritarlo con
mucha pasión.
-¿El primero lo vas a convertir en el clásico?
-Ojalá pueda hacer mi primer gol ante Racing. Hay que estar
preparado y a la altura porque se juega a vida o muerte. Queremos los tres puntos.
Fuente Olé

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