Con un cabezazo, el Gato le permitió al Rojo rescatar un
punto vital para entrar a la Liguilla. Lleva tres goles desde que llegó
Pellegrino y quiere ganarse un lugar.
El punta no tuvo muchas situaciones, pero fue contundente y
ratificó la levantada que viene teniendo con el Flaco.
Por Fabian Rodriguez.
Estaba en deuda conmigo”. Juan Martín Lucero sabía que debía
revalidar el cartel que le estamparon apenas desembarcó en Independiente: el de
promesa. Antes de la llegada de Mauricio Pellegrino, el delantero no había
podido mostrar aquella versión que había exhibido en Defensa y Justicia: la que
despertó el interés de Independiente, la de un goleador implacable. Longaniza
no suele ponerlo en los partidos más importantes, pero apunta a recuperarlo
concediéndole la posibilidad de que sume minutos en el torneo. Y el Gato está
aprovechando sus oportunidades de subir peldaños en la consideración del
entrenador.
No tuvo muchas situaciones en la noche de Lanús, pero cuando
el Granate se venía con todo para asestar el golpe de nocaut, Cebolla Rodríguez
le abrió la pelota a Vidal, quien metió un centro que Lucero capitalizó con un
preciso cabezazo para sellar el empate. Con el gol de ayer, el punta ya
convirtió tres en los ocho partidos que jugó desde que llegó Pellegrino (sólo
en cinco fue titular). Sus otros gritos habían sido en la fecha 23 frente a
Huracán (1-1), y en la anterior contra Chicago (2-1).
El goleador de 23 años, que pelea el puesto con Diego Vera y
Lucas Albertengo, ya lleva siete gritos en el Rojo. “Empecé a disfrutar de
estar acá”, reconoció. Lo más probable es que no juega el miércoles ante
Olimpia, pero se Lucero en el torneo.
Fuente video YouTube
Fuente Olé
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