Vistas de página en total

viernes, 18 de septiembre de 2015

Cebolla no llora






Rodríguez dijo que en el fútbol argentino se pega mucho, pero no se queja. “Hay que aguantársela, pero yo prefiero tirar una pared antes que una patada”, avisó.



Por Favio Verona



Fabián Muñoz le había estampado los tapones en el gemelo y el dolor todavía le impedía apoyar bien la pierna derecha. Guapo, Cristian Rodríguez se levantó de inmediato y encaró con decisión. No lo abordó el temor de perder la pelota a pesar de que era muy delgada la línea que separaba al Rojo del precipicio. Fue al frente, con ímpetu, con una determinación apabullante para entrar por el medio eludiendo o llevándose puesto todo. A pura potencia, pasó como una locomotora, dejó atrás a González y a Varga, abrió la pelota para Pisano, quien metió el centro que luego capitalizó Albertengo para sellar la clasificación del Rojo ante Arsenal (1-0).



Esa patriada que despertó una ovación de los hinchas fue una precisa radiografía de Cebolla.

Porta la garra charrúa en su ADN, pero también exhibe inteligencia, panorama, lectura de juego. La jugada también fue un anticipo de cómo lo van a marcar. El volante sabe que la fricción, el juego brusco y, en última instancia, las patadas, serán una constante durante su estadía en Avellaneda. “En el fútbol argentino se pega mucho, pero hay que aguantársela y seguir porque acá se juega así. Yo prefiero tirar una pared antes que una patada, pero de vez en cuando es lindo pegar, ja”, expresó Cebolla, sin recurrir al libro de quejas.

“Los partidos de eliminación directa siempre son difíciles. Nos costó mucho entrarle a Arsenal, se cerraron bien. Olimpia va a ser un rival parecido. Se hace difícil salir de casa y enfrentar a este tipo de equipos, pero estamos preparados para todo”, remarcó.



“No me encuentro al 100%, pero si el técnico me precisa para jugar 90 minutos, estoy a su disposición. Queremos ganar la Copa y deseo aportar para lograrlo”, dijo Cebolla.



La distensión en el posterior derecho que sufrió en el partido ante Estudiantes lo había obligado a parar justo cuando comenzaba a transitar el último tramo de su puesta a punto. La lesión le impidió jugar por 17 días, pero ante Arsenal, a Cebolla le alcanzó con apenas 31 minutos para cambiarle la cara a Independiente. “No me encuentro al 100%, pero si el técnico me precisa para jugar 90 minutos, estoy a su disposición. Queremos ganar la Copa y deseo aportar para lograrlo”, amplió el uruguayo en TyC Sports. “Me siento cómodo jugando por izquierda o por el centro”, contó. Y avisó que la 10 no le pesa: “La camiseta no hace el jugador, yo sé lo que puedo dar. Bochini ya me pidió una camiseta para su familia”.



Se destapó la Cebolla.






Fuente Olé

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.